La empresa Unisol, representante de Puma en la Argentina, cerró definitivamente la planta de producción que tenía en la localidad riojana de Chilecito y despidió a los 40 trabajadores que quedaban en relación de dependencia.
La compañía Puma –fabricante de accesorios, ropa y calzado deportivo con sede central en la ciudad alemana de Herzogenaurach– decidió sustituir la producción local por productos importados, lamentaron los trabajadores despedidos.
Unisol había confirmado los rumores de un plan de reestructuración en La Rioja cuando, en junio de 2017, despidió a 180 empleados de sus plantas del interior riojano, en las ciudades de Chamical y Chilecito. Dos meses antes, en mayo de ese año, había echado 100 operarios que trabajaban en sus instalaciones de la localidad de Sanagasta, y la desactivó.
El principio del fin de la producción nacional de ropa deportiva bajo la franquicia alemana fue antes: los últimos días a tres de 2016. La pyme argentina Herzo, de San Luis, cerró y despidió a 200 trabajadores, con lo que puso fin a tres décadas en las que proveyó a Puma.
«La situación del mercado argentino nos llevó a discontinuar la actividad. No podemos competir con los productos importados que comenzaron a entrar al país desde fin de 2015», se quejó entonces el apoderado de Herzo, Marcelo Iglesias, dijo entonces sobre el cierre. Un vocero de Puma agregaba, por después, que la persiana baja en San Luis «no afecta las actividades de la compañía, que tiene en la provincia de La Rioja, bajo la razón social Unisol, a las únicas cuatro fábricas de indumentaria y calzado por fuera de Alemania». Se refería así a las plantas productivas de la capital riojana, Sanagasta, Chamical y Chilecito. Tres de las cuatro, a tres años de aquella declaración, están hoy cerradas o con una drástica reducción de la plantilla laboral.
Directivos de Unisol alcanzaron esta semana en La Rioja un acuerdo con la Secretaría de Trabajo de la provincia y el gremio para sellar el cese de actividades: los trabajadores cobrarán en los próximos días el total de las indemnizaciones de ley, y luego un 20 por ciento extra en concepto de «gratificación». La titular de la cartera laboral, Miriam Espinoza, reprodujo garantías de la compañía de no cerrar, también, las plantas de La Rioja capital y Chamical.