La infantil roja que se hizo sacar Pablo Pérez ante Boca en La Bombonera, dejando a su equipo con 10 cuando Independiente mejor estaba, parece ser el último acto del mediocampista en el club de Avellaneda.
Esta nueva muestra de indisciplina e irresponsabilidad por parte del rosarino habría colmado la paciencia de los directivos del Rojo, que con el presidente Hugo Moyano a la cabeza están buscando la manera de sacárselo de encima cuanto antes.
“No creo que Pablo Pérez siga”, sentenció este miércoles el reconocido sindicalista antes de entrar a una reunión de Superliga. Así es: el ex Newell’s tendría los días contados en Avellaneda.
Encima, la idea de liberarse del volante central viene revoloteando hace tiempo por Independiente, especialmente desde que surgió el interés de la Lepra a finales del año pasado.
Pero como en el Parque Independencia jamás pudieron arrimarse al dinero que pretendía cobrar Pérez, la chance finalmente terminó quedando en la nada.
Ni siquiera la llegada de Lucas Pusineri como nuevo entrenador le dio mucho crédito al futbolista de 34 años, quien desaprovechó de forma ridícula toda la confianza que el DT había depositado en él.
Desde la dirigencia del Rojo estarían decididos a cortar todo tipo de vínculo. El tema es que rescindirle el contrato no saldrá nada barato y si hay algo que no abunda en Independiente por estos días, es justamente dinero.
Hasta el propio Pablo Pérez sabe que no hay vuelta atrás y que la roja que vio el pasado domingo en La Bombonera fue su último acto en el club. Es por eso que su representante Jorge Bilicich está en Europa para tratar de ubicarlo en un club de España.
¿Y entonces? De momento el rosarino no podrá estar ante Central el sábado en el Libertadores de América. Y en la próxima se vendrá el clásico en cancha de Racing ¿Con o sin Pablo Pérez?