Por: José Odisio
Falta gol y también paciencia. El primer partido de Newell’s en el Apertura no hizo más que agudizar un problema que se había hecho visible en la pretemporada, el poco peso en ataque de la escuadra de Sensini.
Y en la búsqueda incesante de culpables, algo muy común en el fútbol, sin dudas el principal acusado para muchos es Sebastián Taborda, el hombre que carga con la nueve en la espalda y lleva una mochila muy pesada: los 17 goles de Joaquín Boghossian.
De todas maneras caer sobre el grandote Taborda parece un camino demasiado sencillo y hasta algo injusto. Es cierto que el atacante uruguayo demostró demasiado poco como para abrirse un crédito con los hinchas, pero el cuerpo técnico confía plenamente en él y tendrá tiempo para revertir en cancha la pobre producción mostrada frente a Estudiantes.
“A Taborda no lo aprovechamos, llegamos por afuera y no tuvimos precisión en los centros, pocas veces lo delanteros quedaron de cara al arco, es algo que debemos mejorar”, comentó Sensini apenas terminó el cotejo, tratando de sacarle al atacante charrúa un poco de presión.
En el alegato defensivo a favor de Taborda podría ponerse un punto que a primera vista le debería jugar en contra: la comparación con su compatriota Joaquín Boghossian.
El actual atacante del Salzburgo necesitó cuatro partidos para anotar su primer gol con la rojinegra (fue en la 5ta fecha ante Lanús) y recién en la 9ª fecha gritó su segundo tanto en el 2-1 ante Estudiantes. Claro que después Boghossian llegó a 11 tantos, muchos de ellos decisivos para que la Lepra pelee el torneo hasta la última fecha.
¿Podrá Taborda emular a Bogho? Dependerá de una mejoría física y futbolística importante, y principalmente de un mayor entendimiento con sus compañeros, algo que por ahora no se vio. Por ahora el lungo atacante apenas aparece como un buen cabeceador, demasiado poco para garantizar goles.
Detrás de Taborda sólo está Iván Borghello. Un delantero de otras características que obligaría al equipo a jugar menos por arriba, algo que tras el cotejo ante Estudiantes quedó claro que le puede costar.
A favor de Borghello está la banca de la gente. Su condición de campeón con la Lepra en 2004 le otorga al Memo un crédito con el hincha que Taborda no tiene. Aunque tampoco puede garantizarle al equipo la decena de goles que le garantizaría estar en los puestos de arriba.
La situación es clara. Sensini debe apelar a lo que tiene y Taborda hoy aparece como el atacante en el que debe confiar. Por eso lo va a bancar hasta que pueda, como lo hizo con Boghossian.