Corredor de avenida Pellegrini, barrios Pichincha y Echesortu. En esas zonas están los negocios gastronómicos que este martes denunciaron amenazas extorsivas de tinte mafioso para que paguen una “protección” a cambio de no balear los locales. Para forzar la aceptación de esos aprietes, cursados por teléfono, los autores de las llamadas invocan el apellido Cantero, asociado a la banda Los Monos, cuya sola mención es inquietante. La modalidad “plata o plomo” no es nueva en Rosario, pero volvió al ruedo en las últimas horas como forma relativamente fácil de hacerse de dinero ilegalmente.
“De parte de los Cantero” y promesa de “fuego” si no pagan las sumas exigidas son los puntos en común de las amenazas a teléfonos móviles o fijos a por lo menos cuatro comerciantes en el regreso de la modalidad.
Una de las denuncias remite al bar de cervezas de Pellegrini y Presidente Roca. En este caso, la llamada extorsiva fue a las 22.30 de este lunes. Se la hicieron al teléfono privado del encargado del comercio, lo que demuestra una tarea de inteligencia de los interlocutores. A esa persona le pidieron el número del dueño del local, bajo amenaza de tiroteo al frente si no se los daba y con mención del apellido Cantero.
A la misma hora, algo similar tuvo por blanco otro bar de Pellegrini al 1700, a unos 250 metros del anterior. Misma modalidad: llamado al encargado para exigir el número del propietario con alusión a balacera en contrario y presentándose como voceros de Los Monos.
Las amenazas se extendieron a un bar de Güemes y Dorrego, al filo del lunes, y a un brasería de avenida Pellegrini al 5400, en los primeros minutos de este martes.
La nueva seguidilla de amenazas motivó la reacción de la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica y Afines Rosario. El titular de la entidad, Carlos Mellano, relató lo que le contaron los afiliados víctimas de los intentos de extorsión: “Los amenazaron y prometieron que volverían a llamar, pero después no llamaron, y no me consta, de parte de la gente que conozco, que hayan pagado ninguna suma”.
“Hay que buscar todo lo que el Estado puede brindar. Hablé con el fiscal General, por Jorge Baclini, incluso hay un fiscal a cargo de estas investigaciones, Luis Schiappa Pietra. Y hay que seguir en la tesitura de la prevención. Estamos lejos de ver lo que nos pasa. Hay una delincuencia estructural que acecha y encuentra en nuestra actividad terreno fértil para hacer un desafío en un escenario que desconozco cómo es”, abundó el empresario.
“No puedo hacer futurología, sólo esperar que no pasen de la amenaza a la acción, porque debemos seguir trabajando y esperando que el Estado se encargue de la prevención, porque si no, en poco tiempo nos quedaremos sin negocios”, alertó.
Alejandro Pastore, integrante del Paseo Pellegrini, coincidió: “Lo vivimos con preocupación, pero es algo que ya viene desde hace un tiempo y que vinculamos a un mismo modus operandi. Uno encuentra una matriz de funcionamiento muy similar que se ha repetido hasta el hartazgo”.
Las denuncias judiciales ya fueron presentadas. Las hipótesis: o bien se trata efectivamente de un negocio de recaudación ilegal de Los Monos, o de otras personas que aprovechan el temor al apellido Cantero para conseguir algo de dinero.
Comentarios