La ordenanza 9450 “Bolsas de polietileno. Minimización del uso, condiciones de entrega” podría volver al Concejo para ser revisada y modificada en caso de que las partes involucradas en su aplicación no lleguen a un “acuerdo de interpretación de la norma”. Así lo señaló ayer el subsecretario de Gobierno municipal, Claudio Díaz, luego de una reunión en la sede Rosario del Ministerio de Trabajo de la provincia en la que participaron referentes de las cámaras de supermercados y de la industria del plástico, como también de la cartera laboral, del Ejecutivo local y del sindicato que agrupa a operarios y técnicos del sector, estos últimos preocupados por la continuidad de las fuentes de empleo.
La preocupación de la delegación Rosario del Sindicato del Plástico, según explicó oportunamente el secretario general del gremio, José Luis Oripianessi, es que la Cámara de Supermercados y Autoservicios de Rosario (Casar) decidió no entregar más bolsas tipo camiseta a los clientes, hace algo más de un mes y poco antes de que entrara en vigencia la ordenanza 9450, aprobada por el Concejo a fines del año pasado.
Ante el parate que sufrió la producción de las bolsas debido a que los supermercados eran tradicionalmente los consumidores por excelencia del producto, llegando a adquirir un promedio de 4 millones de unidades al mes, el sindicato, junto con la Cámara de la Industria Plástica de la provincia, acudieron al Ministerio de Trabajo para plantear el temor en torno de unos 350 empleados dedicados especialmente a su fabricación.
“Hoy por hoy las plantas están ociosas porque los trabajadores no producen”, refirió Oripianessi, quien señaló también que “si bien los operarios deben cumplir horarios de trabajo, ocupan su tiempo en la puesta a punto o mantenimiento de las máquinas”.
Intervención y mediación
Si bien aún no han despedido operarios de las fábricas dedicadas a la producción de bolsas tipo camiseta, desde el Ministerio de Trabajo no desoyeron el planteo de los trabajadores y, en este sentido, pautaron una reunión con todas las partes involucradas para tratar de llegar a un acuerdo que, “respetando el espíritu de la ordenanza que es minimizar el uso del plástico, no perjudique a los empleados del sector”.
“Hay una preocupación de los empresarios del plástico y de los trabajadores porque entienden que a partir de que no se aplicó la ordenanza, corren riesgos sus puestos laborales”, dijo Díaz, quien resaltó, además, “la actitud del Ministerio de Trabajo de tratar de reunir a las partes”.
El funcionario también señaló que “desde la Municipalidad pretendemos que se llegue a un consenso para cuidar las fuentes laborales y el aspecto ecológico”. Por ese motivo, aseguró que la ordenanza podría volver al Concejo para ser revisada y modificada si las partes involucradas (por un lado, supermercadistas; por el otro, fabricantes y trabajadores del plástico) no lleguen a un “acuerdo de interpretación de la norma”
Finalmente, Díaz enfatizó que “muchos negocios chicos como panaderías o quioscos no están dando bolsas amparándose en la ordenanza, lo que no es así”.
Hugo del Valle, titular de la Cámara de la Industria Plástica, explicó a El Ciudadano que en la reunión de ayer en la sede ministerial se decidió “hacer un compás de espera para encontrar una solución”. También refirió que junto con la organización que agrupa a los empresarios de los supermercados locales “tratarán de acordar cambios aplicables a la norma, previamente a llevar el escrito al Concejo para una posible modificación”.
“La norma podría sufrir algunos cambios ya que tiene grises que hacen que generen una incorrecta interpretación. Se busca conversar y llegar a un acuerdo, por eso seguiremos trabajando esta semana. Cuando lleguemos a tener un discurso único iremos al Concejo para que se modifique la ordenanza. Esperamos pulir algunos puntos y tratar de resolver la cuestión en un plazo no mayor a 15 días”, concluyó del Valle.
La misma postura
Sin embargo, Verónica Solmi, de Casar, defendió la postura del organismo que integra.
“Asistimos (a la reunión de ayer) por respeto a los trabajadores y no queremos que se los use en un reclamo que es comercial, porque siempre fuimos muy respetuosos y defendimos las fuentes de trabajo”, dijo.
En cuanto al temor del gremio a que desde las fábricas deban recortar los puestos laborales, Solmi señaló que la responsabilidad es de las empresas del plástico, ya que los supermercados no son los únicos que les compran bolsas tipo camiseta.
En este sentido, Solmi explicó que los supermercados compran innumerables productos como son bandejas para fiambrería y carnicería, bolsas de corte transparentes y otros insumos.
“En la reunión quedó claro que la interpretación nuestra de la ordenanza es correcta y podemos no entregar bolsas. Nos sentaremos de ahora en más a dialogar con la Cámara de Plástico para saber cuál es su reclamo pero nosotros veníamos avisando, ya en noviembre del año pasado, que no íbamos a entregar más bolsas plásticas. Estamos conformes con la decisión y entendemos que no estamos fuera de la ley”, concluyó Solmi.
Lo que dice la norma aprobada en 2015
La ordenanza Nº 9450, aprobada en noviembre de 2015, establecía la entrega en los supermercados de bolsas estandarizadas, de un tamaño determinado y de dos colores diferentes, con el objetivo de que fueran reutilizadas: para recolección final de residuos y también para cargar mercadería.
La entrega de las bolsas se haría en forma gratuita durante un año, luego de que entrara en vigencia la norma. Después, los comercios cobrarían a los clientes un valor consensuado previamente por las cámaras de supermercados, el Ejecutivo local y el sector que agrupa a las industrias del plástico.
Sin embargo, nada de lo establecido en la norma se cumplió, dado que desde la Cámara de Supermercados y Autoservicios de Rosario (Casar) consideraron que la ordenanza no los obligaba a la entrega de bolsas, por lo cual el 1º de abril pasado dejaron de hacerlo. Ayer ratificaron su postura, aunque quedaron “abiertos al diálogo”.