Casi al amanecer del martes 23 de octubre del año pasado el cuerpo de Noelia Elisabet García, de 29 años, yacía sobre una cama, sin vida y con un cable alrededor del cuello. Así la vieron a las 5.20 de la mañana de ese día policías de la comisaría 20ª a quienes la pareja de ella, Gerardo Nievas, les explicó que poco antes había entrado en la casa de que compartían en Juan B. Justo al 8500 y la encontró sentada, pendiendo de un perchero, ya muerta.
La Fiscalía de Homicidios Culposos quedó entonces a cargo de la investigación de lo que era un aparente suicidio y así se mantuvo hasta este domingo, a una semana de cumplirse 11 meses de la muerte, cuando Nievas, de 29 años, quedó detenido e incomunicado tras un allanamiento a la vivienda de zona oeste, ordenado por los fiscales Valeria Piazza Iglesias y Miguel Moreno. Y horas después, este lunes, quedó imputado por «homicidio doblemente calificado por el vínculo y por mediar violencia de género» y bajo prisión preventiva sin plazo dictada por el juez Hernán Postma.
El parte policial de octubre del año pasado remite a una comisión en respuesta a una denuncia telefónica a una vivienda de zona oeste, en Empalme Graneros donde muchas de las calles todavía conservan dos numeraciones, la vieja y la nueva que difieren una veintena de cuadras. Cuando llegaron, los uniformados fueron recibidos por Nievas, que les explica que al entrar a su casa encontró a su mujer ahorcada con un cable atado a un perchero y la levantó y la acostó sobre la cama.
Fiscalía de Homicidios Dolosos tuvo a su cargo las primeras medidas de investigación, que luego pasó Homicidios Culposos. Pero las pruebas recolectadas, peritajes posteriores y testimonios que fue recabando la Fiscalía de Homicidios Culposos pusieron cada vez más lejos la hipótesis del suicidio y, aunque no trascendió cuál o cuáles piezas resultaron determinantes, la semana pasada Piazza Iglesias, volvió a interiorizar en el expediente a su par Moreno. La conclusión era que Nievas había matado a su pareja, que se trató de un femicidio.
El fiscal ordenó a la Policía de Investigaciones (PDI) que avanzara en tareas para saber dónde estaba Nievas y, ya con datos certeros, ordenó allanar una propiedad de Juan B. Justo al 5800, donde detuvo al joven y secuestró teléfonos celulares que tenía en su poder, que ahora serán peritados.
Ahora Nievas quedó tras las rejas, acusado por el femicidio de su pareja, al que intentó hacer pasar por suicidio.