El Hincha

No hay paz: Newell’s logró destrabar el gol, pero ahora es inestable en defensa

El esquema 4-4-2 con el doble nueve, Banega más adelantado y Silvetti le permitió a la Lepra romper con el problema de no anotar, pero ahora muestra una preocupante debilidad atrás, con rendimientos individuales preocupantes


El empate ante Riestra pasó. Y más allá de la bronca manifestada por Lunari y los jugadores leprosos por un partido que la Lepra debió ganar, el punto no está tan mal en la búsqueda de seguir con chances de pelear por un pasaje a la Copa Sudamericana.

No hay dudas que hubo puntos positivos que le permiten a Lunari pensar en no cambiar el esquema 4-4-2. El principal es que el equipo volvió a encontrar el gol y creó varias situaciones más allá de los tres goles. El doble nueve, que todavía debe aceitarse, esta vez fue importante para llegar al gol. Las dos primeras anotaciones llegaron por pelotazos al área que fueron a pelear arriba los atacantes, en el primer gol Ramírez, que le bajó la pelota a Silvetti, con complicidad de Arce; y en el segundo ganó Juanchón, y tras la falla del arquero, el Colo iba a anotar y fue penal y expulsión de un rival.

Y pudo llegar un tercer gol cuando Ramírez encontró una pelota dentro del área y puso un centro rasante que Méndez falló debajo del arco. Y en el tercer gol, el centro de Calderara fue hacia García, pero la pelota pasó y apareció solo Silvetti, ya que los defensores marcaron al nueve, quien tuvo un cabezazo que pudo ser gol pero otra vez Méndez remató contra el arquero desde dentro del área chica.

“Al principio nos dio réditos el doble nueve. Los dos goles vienen de jugadas provocadas por Juanchón y el Colo estuvo activo y muy cerca. Hoy le hicieron el penal. Están dando un buen resultado al equipo. Depende del rival veremos si seguiremos jugando así”, ratificó Lunari,

Tener dos nueves, sumado a Silvetti y la posición más adelantada de Banega genera más situaciones de gol. Pasó con Tigre y mucho más frente a Riestra. Por eso Lunari no va a tocar esa idea táctica.

Pero en Newell’s siempre hay algo que corregir. Y claramente las fallas pasan por la defensa. Hay un popurrí de equivocaciones. Errores individuales, distracciones a la hora de marcar la pelota parada, problemas en el retroceso, un arquero que no sale en los centros y un nivel muy bajo de Velázquez, Méndez y Martino, al que se le puede sumar Macagno en el partido con Riestra.

“Estuvimos trabajando en la semana porque no vimos firme la defensa contra Tigre. Con poquito nos hicieron 3 goles y eso es preocupante porque uno piensa si lo atacarían veinte veces podría pasar, pero no de esta manera. Hay que seguir trabajando. Queremos valorar igual el esfuerzo del grupo”, señaló el DT, coincidiendo en su mirada sobre el flojo nivel de la defensa.

¿Qué puede hacer Lunari? Desde los nombres no hay demasiadas alternativas. Armando Méndez va a seguir porque aporta en ofensiva y también desde su entrega. El suplente es Augusto Schot, que tampoco ofrece demasiadas garantías. En el caso de Velázquez, salvo el partido con River, atraviesa un momento de bajo rendimiento, con errores infantiles y una fragilidad en la marca muy llamativa. Con Ian Glavinovich lesionado, por ahora los zagueros seguirán.

El caso de Martino es distinto. Desde el Clásico es uno de los jugadores más resistidos por los hinchas y en el Coloso juega condicionado. Su frustrada salida por una venta también debe jugar en su cabeza. Y ese nerviosismo se trasladó a la cancha de Riestra, donde cometió un penal que le dio vida al equipo de Fabbiani. El suplente es Brian Calderara y no sería raro que Lunari apueste por el cambio si el nivel de Martino siguen tan bajo.

Por último, el buen partido de Tomás Pérez como doble cinco seguramente le dará continuidad entre los once en un puesto donde pelea mano a mano con Valentino Acuña.

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