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No la tiene para nada fácil

El portugués Carlos Queiroz guió al combinado a la clasificación para Rusia al ganar con relativa facilidad el Grupo A de la zona asiática. El seleccionador es sin duda el gran arquitecto de esta selección, que nunca antes jugó dos Mundiales consecutivos. Finalizó invicta la fase de clasificación y en diez partidos apenas recibió dos goles en contra, lo que habla de la solidez adquirida.

En Rusia, que será la quinta cita mundialista de los iraníes, el estratega portugués espera contar con los goles de Sardar Azmoun, del Rubin Kazan, aunque las opciones ofensivas vendrán también de parte de Reza Ghoochannejhad y de Ashkan Dejagah.

El gran problema del conjunto asiático es el grupo que le tocó, pues las poderosas Portugal y España parecen inalcanzables, mientras Marruecos tampoco es un regalo. Éste será precisamente el rival de su debut en el partido que marcará definitivamente qué opciones tiene de pelear. Ahí estará el conjunto de Queiroz, a la espera de un descuido que le permita dar el zarpazo.

En Brasil 2014 empató 0-0 en su debut con Nigeria y después perdió por la mínima ante Argentina con un gol de Messi en el último segundo. Se despidió del torneo con una derrota por 3-1 ante Bosnia, pero dejó una gran imagen.

“Ahora la gente mira a Irán con otros ojos” señala Queiroz, que relata los problemas que tiene su selección.

“Nos miran con más respeto porque saben que no tenemos jugadores en las mejores ligas, que tenemos muchas dificultades en la preparación, que el problema político y las sanciones afectan mucho al país y al deporte. La preparación de Irán es muy complicada y tenemos muchas dificultades de instalaciones y de financiación. Tenemos que transformar esa agonía en magia”, cerró el técnico.

El entrenador: Carlos Queiroz


El portugués atesora una enorme experiencia, y participará en su cuarta Copa Mundial, dirigió a Sudáfrica en 2002, a los lusos en 2010 y a Irán en 2014. Protagonizó una Eliminatoria prácticamente perfecta, en la que su equipo fue el primer seleccionado asiático en clasificarse.

La figura: Sardar Azmoun (Rubin Kazán)


Considerado sucesor del emblemático Ali Daei, ha rendido a un altísimo nivel con su país desde su irrupción en el panorama internacional, en la Copa Asiática 2015. Su exquisita técnica lo ha convertido en un ídolo de los seguidores del Equipo Melli.

La promesa: Saeid Ezatolahi (Amkar Perm)


Es volante central, con buena visión de juego y un gran disparo. Se formó en las inferiores de Atlético Madrid. De ahí fue transferido al Rostov de Rusia, en el cual tuvo un gran desempeño.

El ausente: Vouria Ghafouri (Esteghlal)


El lateral volante, que se desempeña en el fútbol local, fue uno de los tres cortados de la lista preliminar que presentó el entrenador. Fue parte del proceso de la selección en las Eliminatorias.

 

 

 

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