La nueva normalidad es una situación compleja para todos, incierta, impredecible, que genera preocupación, aunque también presenta una gran expectativa para los planteles y cuerpos técnicos. Y Newell’s no es la excepción. Tras el primer amistoso ante Unión, donde se vieron situaciones positivas y otras a corregir, mañana tendrá un nuevo desafío ante Atlético Rafaela, aunque con más bajas de las esperadas.
Con Pablo Pérez y Santiago Gentiletti aislados preventivamente por haber estado con personas cercanas con Covid-19; con Sebastián Palacios y Mauro Formica recuperados de distintas lesiones pero sin que se los quiera arriesgar aún; con Ángelo Gabrielli, Matías Orihuela y Juan Sforza con distintas molestias, armar el equipo para Frank Kudelka es más que un desafío. Pero como el propio entrenador manifestó: “Estos amistosos son partidos de diagnósticos, aunque uno siempre quiere ganar”.
Los once para enfrentar mañana a las 10 a la Crema en el Coloso serán: Alan Aguerre; Facundo Nadalín, Manuel Guanini, Fabricio Fontanini y Mariano Bíttolo; Aníbal Moreno, Julián Fernández y Nicolás Castro; Maxi Rodríguez; Francisco González e Ignacio Scocco.
“Cuando terminó abruptamente el campeonato fueron sensaciones ambivalentes. Por un lado estuvo la satisfacción de haber cumplido los objetivos planteados. Pero veíamos que estábamos en nuestro mejor momento y podíamos haber conseguido algo más. Por eso sentí la necesidad de continuidad. Me siento muy cómodo en el club, agradezco la decisión de la dirigencia de seguir apostando a este proyecto, a esta forma de trabajo, que va de la mano de este buen momento de la institución. Lo quiero valorizar, porque me siento muy cómodo en la institución y eso es lo que planifico para mi carrera. Uno tiene que estar a la altura y a eso apuntamos, hacia allí vamos. No tuve dudas en seguir”, confió el DT en una conferencia vía Zoom.
—¿Cómo creés que se va a llegar con tanto tiempo sin competencia?
—Cuando mayoritariamente se creía que iba a ser un problema jugar sin previa, se ve que no es así, al menos se vio con los equipos argentinos en la Copa. Sigo pensando que el futbolista argentino tiene una superioridad de calidad con respeto a la mayoría. Eso acorta situaciones anómalas como esta. Habría que ver a largo plazo si tiene alguna situación con las lesiones, eso se va a saber con la continuidad de partidos. Tratamos de ser organizados, respetando anomalías y posibilidades de contagios. Hace mucho que entrenamos pero no dentro de la normalidad, eso sucede desde hace muy poco. Lo tomo como un desafío, como algo nuevo. Y contamos con un grupo de jugadores muy involucrado, desde el cuidado personal a la forma de entrenar, y valoro mucho eso. La respuesta la vamos a tener en los partidos oficiales, pero lo estamos sobrellevando bien.
—¿Qué significa tener a Scocco?
—Es un orgullo y un desafío grande dirigir a Nacho Scocco. Como también a Maxi, a Pablo (Pérez), a Mauro (Formica) y muchos jugadores más de gran trayectoria. Para un entrenador es un placer poder contar con esos jugadores. A Nacho lo quiero ver jugar donde mejor rinde, donde se sienta cómodo, con la libertad de que ocupe los espacio de ataque donde más dañe al rival, que creo que es lo más cercano al área por su calidad en la definición. Nuestro desafío como equipo es que a Nacho le llegue la pelota donde puede hacer daño.
—Convenciste a Maxi de jugar adentro, como un enganche, ¿cómo lo ves ahí?
—Creo que es donde él mejor se siente, donde más le va a rendir al equipo, por su jerarquía con la pelota, su inteligencia y además para una economía de esfuerzo. No podemos involucrarlo a Maxi para que corra a los laterales rivales, sería ilógico y contraproducente para todos. Nos hace muy bien tener esa posición en el equipo con jugadores de la creatividad y jerarquía de Maxi y Mauro. Es la posición de ambos y obviamente iremos manejando los tiempos de cada uno dentro de los partidos.
—¿Cómo viste al equipo en el primer amistoso con Unión?
—No podemos pedir perfección en un primer amistoso. Mi objetivo fue diagnosticar, cuán lejos o cerca estamos colectiva o individualmente. Son partidos de diagnóstico y hay que tomarlo así. Obvio que uno siempre pretende ganar, no es que no lo valore, pero no puedo ser muy autocrítico. Hoy prefiero ver cómo se desenvuelven los jugadores después de tanto tiempo sin jugar. Miro lo táctico, obvio, y no me gusta que sucedan errores, como la pérdida de marcas, pero son cosas que pueden pasar. Debemos volver a encontrarnos dentro de una cancha. En líneas generales vi cosas muy buenas y otras malas. Estamos tratando de alinear todo para que las individualidades y el equipo crezcan. Lema tiene un poderío aéreo que no vamos a tener, lo podemos subsanar u organizar de otra manera, pero es el mejor cabeceador de Argentina y eso es difícil de reemplazar. Podemos sufrirlo si no corregimos posiciones, ese es nuestro desafío, que se note lo menos posible su ausencia.
—¿Cómo analizás la partida de Lema y la continuidad de Gentiletti?
—Siempre para un entrenador mantener un equipo que funcionaba bien es lo ideal. Pero entiendo que con la economía que tenemos a nivel país es difícil retener jugadores. A veces la plata tiene más poder que las ganas que podamos tener. Con Lema fue así, fue imposible retenerlo, no hubo forma de pelear con la plata, de hecho está en Arabia. Con Santiago (Gentiletti) hablamos, en una negociación hay de todo, pero cuando priva el sentido común, el querer estar en algún lugar, eso es lo más importante. Ahora vienen nuevos desafíos, pero que siga un hombre de la experiencia y la capacidad de Santiago es importante, lo valoro y lo agradezco.
—¿Qué hay que trabajar con los jugadores en estos tiempos?
—Hay que hacer hincapié en las individualidades, que son los más afectados con este parate. Los futbolistas viven del físico y de su técnica con el balón. Es lo primero que nos urge mejorar, hemos visto de todo. En una situación de marcación hay jugadores que llegaron con tiempo y forma, otros que tenían la intención de hacerlo pero llegaron tarde, y otros que ni arrancaban. Con el balón lo mismo, buenas intenciones y buena gestión; buenas intenciones y mala gestión; y en otros casos no les salía nada. A partir de eso, se trabaja lo táctico. Vamos por buen camino, está en nosotros poner el mejor equipo en cancha.
—¿Cómo llegarán al inicio?
—Es una etapa nueva para todos. Nosotros hace unas semanas que hacemos hincapié en la competencia once contra once. El trabajo físico está bien hecho, de parte de la organización y de los jugadores. Pero nos falta la competencia, y eso va de la mano de la cantidad de partidos que podamos hacer entre nosotros y contra otros rivales. A River no se le notó, pero es un equipo que juega hace años así, y tiene una calidad que se ve. Con Boca pasa lo mismo. Esos equipos van a llegar con un altísimo hándicap con relación al resto. No hay que quejarse, es lo que nos toca. Esa forma la vamos a lograr con los amistosos.
—¿Vas a tener más en cuenta a los juveniles?
—A los juveniles los veníamos preparando desde antes de la pandemia, esta es una institución que históricamente potenció jugadores propios. Adhiero esa idea, me gusta, existen muchos jugadores de gran calidad que deberán tener su tiempo de maduración. Estamos trabajando con muchos jugadores jóvenes que van a tener minutos, como Pancho González, Nico Castro, Lucho Cingolani… da un respaldo. No podemos salir a comprar jugadores a mansalva, pedir por pedir no es mi caso, privilegio siempre que los que están en el club estén bien, que se les cumpla, y eso es lo que pasa hoy en la institución. Todos queríamos a Lema, pero la cifra que valía era imposible pagarla, quien quiera la institución debe saber que no se puede entrar en bancarrota por retener a un jugador, yo debo acompañar eso. El club, a pesar de que no vendió, va a estar potenciado para tener muy buenas ventas futuras y seguir con las finanzas equilibradas.
—¿Qué objetivo planteás para el torneo que viene?
—No me voy a escudar en el tiempo sin jugar. Por arriba de todo esté mi apetencia de entrenador y la una institución con gloria e historia. No hay que excusarse. Es un desafío estar en Newell’s. Hay una realidad anómala, pero no voy a excusarme en eso, habrá problemática, errores, pero pienso que debemos estar de acuerdo a la historia de este club. No podemos estar en Newell’s y pensar en chiquito, soy respetuoso de la historia de esta camiseta. Tal vez nos salgan las cosas mejor que el año pasado, bienvenido sea si es así, pero no vamos a poner pretextos. Tenemos las ideas claras, pero no sabemos qué torneo vamos a jugar. En la continuidad de partidos y en esa vertiginosidad de competencias que seguramente se dará, estarán nuestras ideas, nuestras formas para defender la gloria de la institución. Es mi estilo, mi forma, ir a ganar, a buscar los objetivos. A veces sale, otras no, pero no voy a claudicar en esa idea y va de la mano de esta institución, por eso logró tanto en su historia.