Tranquilidad, mesura, calma. La coyuntura no mueve de eje a Edgardo Bauza. El próximo jueves. Central jugará una nueva final de Copa Argentina. Esta vez será ante Gimnasia La Plata en Mendoza. Y el Patón sigue transmitiendo, tanto desde lo discursivo como desde lo gestual, una llamativa sensación de sosiego y aplomo. Tal vez tenga que ver con el recorrido, con los años de experiencia como entrenador, con los títulos conseguidos, con los sinsabores.
“No podría trabajar en un equipo si no pienso que voy a salir campeón, me tendría que dedicar a otra cosa”, dijo ayer el técnico canalla, respaldando las expectativas y las ilusiones que se generaron en el Mundo Central desde que el equipo se clasificó para jugar una nueva final de Copa Argentina (la cuarta).
“Es una final, hay poco que analizar en la previa, pero hay que tener en cuenta que vamos a enfrentar a un equipo que eliminó a Boca y a River de la Copa, y eso habla a las claras de que va a ser una final dura como son todas las finales”.
—¿Es mayor presión para Central que el rival en la final sea Gimnasia que está un escalón por debajo de River en jerarquía?
—No creo que Gimnasia esté un escalón abajo de River. Dejó a Boca y a River en el camino. Va a ser un rival difícil, conozco a su técnico muy bien y va a ser para mí un partido muy duro. Tenemos tiempo para planificar, trabajar y ver cómo podemos plantearlo porque es una final y obviamente tratar de ganarla.
—Hace seis meses que estás en Central. ¿Pensábas en llegar tan rápido a una instancia como esta?
—No podría trabajar en un equipo si no pienso que voy a salir campeón, me tendría que dedicar a otra cosa. Después, a veces no llego. Pero mi pensamiento es ese y mucho más con Central. Después hubo muchos inconvenientes y problemas que hemos tenido para llegar a este momento. Han sido algunos momentos difíciles, pero se han superado con una gran voluntad de los jugadores, que han hecho un gran sacrificio para estar acá. Y como lo dije el otro día vamos a jugar la final que es un tema importante, no es un tema menor. Por eso estamos tratando de tranquilizarlos porque es una final, conozco la ciudad y va a ser una locura esto. Por eso estoy tratando de bajar los decibeles, de tratar de hacer un buen partido porque es la única forma para lograrlo.
—¿Esto de tranquilizar a los jugadores tiene que ver también con las frustraciones padecidas en los últimos años, perdiendo tres finales de Copa?
—Esa frustración es más para el hincha que para los jugadores. Quedan dos o tres futbolistas en este plantel de los que jugaron esos partidos. No hay muchos. Eso es una frustración para el hincha. Trataremos de poder ganar este partido para que el hincha se sienta bien y esté contento. La historia ya es historia.
—Tuviste la chance de jugar una final con Central en el arranque de tu carrera como entrenador. Y ahora, varios años después, tenés esta nueva oportunidad. ¿Te sentís mejor preparado para afrontar esta final?
—Es relativo. Me siento bien y muy tranquilo por sobre todas las cosas, los jugadores me dan esa tranquilidad. Voy a tratar de devolverles esa tranquilidad que me transmiten ellos para que puedan hacer un partido normal, que no sea una locura. Obviamente es una final y se va a jugar como tal. Si hacemos un buen partido tenemos posibilidades de ganarlo.
—¿Va a ser difícil que pongan la mente en Vélez?
—Obviamente por todo lo que representa la final. No hay que olvidarse que la gente le hace sentir a los jugadores lo que es la final caminando por la calle, el vecino, el pariente. La final ya se empieza a vivir. No se puede esquivar. Pero antes tenemos el partido de Vélez que es importante también y trataremos de armar el mejor equipo que podamos para ver si podemos sacar un buen resultado. Pero obviamente la cabeza está puesta en esa final.
—¿Cómo llegan en lo futbolístico?
—Llegamos bien. Creo que los dos equipos llegamos bien desde la anímico. Por algo a este campeonato lo empezaron más de 100 equipos y llegan 2 a la final. Llegamos bien y hay que armar el equipo con los que mejor estén. La cabeza va a estar en eso, la cabeza va a ocupar mucho, estamos armando la logística para ir a Mendoza.