Por Franco Scala
Argentina, ya eliminada, encaró su último partido del Mundial de Minifútbol con la ilusión de lograr un triunfo. Tras perder con República Checa y Georgia, la Albiceleste ansiaba con una victoria para decorar de la mejor manera su participación mundialista. Emiratos Árabes Unidos estaba en la misma situación, pero aprovechó los errores del elenco nacional para ganar 4-1.
La cosa arrancó de la mejor manera para Argentina. Uno de los rosarinos del plantel, Luciano Monserrat, abruió el marcador con un golazo de mitad de cancha a los 6 minutos de juego. Pero la alegría duró un suspiro. Erro del arquero Rodríguez y empata de los asiáticos sesenta segundo después.
La estrategia argentina fue armar quintetos para intentar equilibrar el poco rodaje que tuvo el equipo antes de la competencia. Y la idea, en varios momentos, funcionó. Monserrat fue de titular y el otro rosarino, Ivo Kraljev, ingresó en el segundo quinteto.
En el segundo tiempo el juego argentino se fue demoronando de a poco. Los errores en defensa se pagaron con goles. Y así Emiratos aprovechó cada oferta para terminar ganando por 4-1.
Fue la tercera participación argentina en esta clase de Mundiales y en nueve partidos jugados nunca pudo conseguir una victoria. La experiencia en Baku debe dejar un aprendizaje para volver a insistir dentro de dos años, pero esta vez tiene que ser con un equipo que se conozca, que comparta varios encuentros con anteriorida para estar a la altura de la exigencia.