Central Córdoba cayó 4-1 ante Boca en el Mario Alberto Kempes por los 32avos de final de la Copa Argentina. Tras un gran primer tiempo, el Charrúa se fue al descanso 1-1 ante el Xeneize. Nicolás Orsini abrió la cuenta para los de Battaglia y Guido Di Vanni lo igualó para los de Rossi.
https://twitter.com/Copa_Argentina/status/1499217121045200900?s=20&t=zjJxoG80p_gkuIne3Dncbw
Pero en el complemento la historia fue muy diferente. Boca mostró todo su poderío y Central Córdoba sintió físicamente la diferencia de categoría. Nicolás Orsini, una vez más, Luis Vázquez y Exequiel Zeballos, de tiro penal cuando el partido se moría, pusieron cifras definitivas.
La previa del partido
“Si diez años después, te vuelvo a encontrar en algún lugar. No te olvides que soy distinto de aquel, pero casi igual”, reza el inicio de la canción “Diez años después” de Andrés Calamaro. Esta es la frase ideal para representar lo que será este nuevo Central Córdoba ante Boca por Copa Argentina. Fueron 3654 días o 10 años y 2 días para ser más preciso los que pasaron de aquel triunfo xeneize 2-0 ante el Charrúa por los 16avos de final del certamen nacional. Aquel 29 de febrero de 2012, los goles de Nicolás Blandi y Sergio Araujo le dieron la clasificación al elenco de Julio César Falcioni y dejaron eliminado a los de Omar Palma, que cuatro meses después lograrían el ascenso a la Primera B Metropolitana bajo la conducción táctica de Marcelo Vaquero.
Ahora llegó el momento de disfrutar pero con la firme idea de dar el batacazo. Se terminó la espera que se generó desde el momento en que el sorteo determinó que Central Córdoba volvería a enfrentarse a Boca por la Copa Argentina. Esta noche, desde las 21.10 con el arbitraje de Jorge Baliño y la trasmisión de TyC Sports, el Charrúa irá al Mario Alberto Kempes por un golpe histórico para el fútbol argentino, aunque sabe que la tarea no será sencilla.
De un lado, el elenco de barrio Tablada que conduce Juan Rossi. Del otro, el campeón vigente del certamen y uno de los grandes no solamente a nivel local sino también mundial. Pero como dijo el capitán matador Paulo Killer en la previa “dentro de la cancha somos once contra once”. Aunque los jugadores azules saben que la jerarquía de las individualidades boquense puede ser clave y por eso la concentración debe ser plena durante los más de noventa minutos que durará el cotejo.
Pero del lado de Central Córdoba, la idea es también disfrutar este momento porque saben que no se repite mucho. De hecho, tuvieron que pasar diez años para que se volvieran a cruzar los caminos y los hinchas matadores pudieran tener la chance de disfrutar de otra noche copera ante un equipo de los denominados “grandes”. Aunque vale recordar que en la última participación charrúa, en la edición 2018, también entró en 32avos de final pero la experiencia fue fugaz ya que perdió 4-0 ante Estudiantes de La Plata en cancha de Arsenal de Sarandí.
De ese partido ante el Pincha solamente queda Matías Giroldi, hoy arquero titular y referente del equipo, que por aquel entonces era suplente de Juan Marcelo Ojeda. Pero del duelo ante Boca en 2012, también hay un sobreviviente: Paulo Killer. El actual capitán azul ya era líder de aquel grupo que perdió ante el Xeneize pero que luego logró lo más ansiado por todos los charrúas, como es el ascenso. Algo que también busca repetir ahora.
Pero lo de esta noche es otra historia, con presentes distintos y jugadores que saben que están ante la gran oportunidad de sus carreras y otros que cuentan en sus espaldas con batallas de este tipo. Todos quieren lo mismo: dar el batacazo y para eso pueden plasmar otra parte de la canción de Calamaro: “Si la casualidad nos vuelve a juntar diez años después, algo se va a incendiar, no voy mostrar mi lado cortés”. Dejarán todo en cada pelota y la ilusión no se las van a sacar con tanta facilidad porque Central Córdoba sabe de batallas y de dar golpes en la adversidad.