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No se bancó el Ni Una Menos: denuncian al director del sanatorio Plaza por violencia física

Este jueves Atsa Rosario, el gremio de la Sanidad, se concentró en las puertas del centro de salud de Dorrego al 1500 en repudio a su titular, quien zamarreó a una secretaria del gremio y golpeó a una delegada, según se denunció. El sindicato pidió una reunión con la Asociación de Clínicas


La Asociación de Trabajadores de la Sanidad (Atsa Rosario) denunció al titular del directorio del Sanatorio Plaza, José María Fadlala, por haber agredido físicamente a dos trabajadoras, una de ellas la secretaria de Organizaciones del gremio, Silvia Giménez, a quien zamarreó, y la otra, una delegada que acudió en su defensa, a quien hizo retroceder de una trompada en el rostro. Según dijo la dirigente gremial, la intempestiva situación de violencia no continuó porque otras personas presentes sujetaron al director, a quien ya denunciaron ante la Justicia. Y dijo que el origen del hecho fue la concurrencia de las trabajadoras a la marcha Ni Una Menos que tuvo lugar en Rosario como parte de la convocatoria nacional del 3J. Pero también aseguró en declaraciones radiales que la actitud no resulta inédita, ya que otra trabajadora del centro de salud está internada por un accidente cerebrovascular, que atribuyó a los maltratos del director. En el mediodía de este jueves, al día siguiente de los hechos, Atsa convocó a una concentración en las puertas del sanatorio, en Dorrego al 1500, donde acudieron los delegados del gremio, protesta a la que se sumaron representantes de otros sindicatos que integran el Movimiento Sindical Rosarino, la Intersindical Rosario que incluye a la CTA de los Trabajadores, entre otros gremios, y la Intersindical de Mujeres de Rosario, en repudio a lo ocurrido.

El secretario general de Atsa Rosario, Javier Ojeda, explicó a El Ciudadano que el titular del Plaza ni siquiera estaba en la reunión entre el gremio y representantes de la empresa, en la que se estaba discutiendo la decisión patronal de descontar la jornada laboral a los delegados que acudieron a la movilización Ni Una Menos. La discusión no iba por buen camino, pero el director empeoró todo, trompada incluida: “No sabemos si le quiso pegar o no, si fue accidental, pero esta persona tiene un historial de maltrato al personal”, dijo el gremialista.

Las agredidas denunciaron por maltrato laboral y violencia de género al directivo en la comisaría 2ª, y pidieron una reunión con la Asociación de Clínicas y Sanatorios de Rosario, de la que el directivo del Plaza forma parte, para tratar el episodio, considerado el más grave pero no el único ocurrido en el centro de salud.

Ahora todo continuará por carriles institucionales, pero según aseguró la secretaria Giménez en declaraciones a LT8, la delegada que estaba con ella este jueves todavía continuaba en estado de shock por lo ocurrido.

“La charla empezó a ponerse bastante elevada de tono, pero normal, es habitual en la discusión con empresarios”, relató por su parte la secretaria de la Mujer y Acción Social de Atsa Rosario, Mabel Gallardo, al sitio Conclusión. Pero agregó que, para sorpresa de su interlocutoras, Fadlala tomó del brazo a una, la zamarreó, y fue en ese momento cuando se interpuso la delegada, recibiendo un golpe en la cara. “La quiso tomar del cuello, la delegada se metió en el medio y terminó ligando también. Llegamos a la violencia física”, lamentó Gallardo.

La dirigente de Atsa también mencionó que las agresiones no son nuevas, dado que el director del Plaza había expresado su intención de “agarrar a trompadas a la delegada”, a la que también había insultado llamándola “negra de mierda”.

“Decía que él pagaba el sueldo y se hacía lo que él decía, que en el directoria mandaba él. Había personas a las que atendía y otras con las que decidía no hablar. Todo eso veníamos aguantando, pero no nos asustaba porque estábamos acostumbrados a tratar con empresarios, pero nunca a este nivel”, apuntó la secretaria de la Mujer de Atsa.

Con todo, el directivo estuvo demorado unas horas este miércoles en la comisaría 2ª por el episodio. “Es un hombre con el que no se puede discutir, no se puede dialogar, no es la primera vez que amenaza. A las compañeras delegadas la vive amenazando que la va a despedir”, sostuvo el titular de Atsa Rosario, haciendo hincapié en la gravedad que implica que a las situaciones de violencia verbal y laboral se haya sumado la violencia física.

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