El Concejo Municipal aprobó hoy por unanimidad la eliminación del rubro de cabarets y whiskerías. De este modo, no podrán abrirse ni habilitarse nuevos cabarets y los que se encuentran habilitados deberán cerrar una vez que caduque su habilitación. De todos modos, sólo hay dos lugares autorizados bajo estos rubros que son Las Vegas y Porkys. Durante la votación, los ediles oficialistas Daniela León, Viviana Foressi, Miguel Zamarini, Manuel Sciutto y Pablo Colono se abstuvieron de votar ya que ni el Ejecutivo ni el oficialismo consideran que cerrando este tipo de locales se termine con el proxenetismo ni la trata, ya que son espacios controlados por el Estado.
La iniciativa pertenece a la edila radical María Eugenia Schmuck, quien destacó “el trabajo colectivo de diversas expresiones ideológicas, de todas las organizaciones que participaron del debate. Es necesario que en problemáticas tan complejas nos unamos con responsabilidad y compromiso. Es un paso importante, entre otros que dimos y que debemos dar, para hacer más contundente la lucha contra la trata, el proxenetismo y la explotación sexual en Rosario”.
Agregó que de los 11 cabarets que se encontraban habilitados por el Municipio, hoy sólo quedan dos en funcionamiento. “Se han clausurado en estos últimos meses cabarets por tergiversación de rubro, por explotación sexual y facilitamiento de la prostitución. En cada inspección seria que se realizó se comprobaron las denuncias que realizamos», sentenció.
Si bien el proyecto original pretendía que a los únicos dos cabarets que quedaban les dieran un plazo de un año para cerrar sus puertas, por iniciativa del PRO en la comisión de Gobierno se resolvió eliminar el rubro y dejar los espacios que hoy funcionan hasta que caiga su habilitación.
Schmuck hizo una cronología del tratamiento del tema en el ámbito provincial y municipal y marcó este hecho como una ruptura cultural: “Estamos ante la oportunidad histórica de dejar de considerar a la prostitución como algo natural para pasar a entender y aceptar que es denigrante, que no es el trabajo más antiguo del mundo, sino la forma de explotación más antigua”. Y agregó: “No es nuestra idea combatir la prostitución sino a los proxenetas, a los que se enriquecen a partir de mujeres que deben ofrecer su cuerpo para poder vivir”.
La concejala radical añadió que coincide “con la intendenta Mónica Fein respecto a su deseo de que exista una ley provincial que prohíba las whiskerías. La sanción de esta ordenanza en Rosario sin duda va a ser un espaldarazo fundamental para que se pueda finalmente debatir una ley provincial, que ya tiene media sanción en Diputados y espera en el Senado, tomando la decisión institucional de ir contra los delincuentes que se movieron tantos años impunemente”.
“Cuando me refiero a que el estado local deje de ser cómplice, me refiero a una responsabilidad que nos corresponde a todos, porque el Estado somos todos. Hoy estamos ante la oportunidad histórica de no ser cómplices habilitando lugares donde se ha comprobado que existen relaciones de explotación e incluso casos de trata. Podemos decirle no a esta forma de violencia, a esta relación de dominación y es un paso importante y responsable que estamos dando colectivamente”, enfatizó.
Por su parte, la concejala del Frente Para la Victoria, Norma López, sostuvo que no hay que pensar dónde van a ir las mujeres que trabajaban en los cabarets con la derogación de la figura, sino en acompañarlas. Y sostuvo que hay cuatro líneas de trabajo; la normativa para que se cumpla la ordenanza, las campañas de prevención, la investigación sobre ilícitos que corresponde a la Justicia y la asistencia y revisión social de las víctimas.
Abstenciones
Daniel León consideró que la derogación del rubro cabarets y whiskerías no resuelve ni el problema de la trata ni el proxenetismo. Sino que habría que hacer un camino de acercamiento hacia las mujeres y aprobar esta ordenanza es negar el problema.