Trabajadoras de la tradicional fábrica de golosinas Suschen, ubicada en Rafael Castillo, La Matanza, tomaron la fábrica luego de que se diera a conocer su cierre que dejó a los 101 empleados y empleadas en la calle y sin indemnizaciones. En la planta se produjeron, desde 1976, las conocidas Mielcitas, además de alfajores, semillitas, obleas, bizcochos y otras golosinas.
De los 101 trabajadores, 90 son mujeres sostén de hogar. En pro de obtener alguna respuesta, ocuparon la planta de calle Manuel Estrada 295 y custodian las máquinas para impedir que se las lleven y se profundice el vaciamiento. Del propietario, Roberto Duhalde, no se sabe nada hace diez días.
«La fábrica está tomada. Buscamos ahora ayuda de alguien que para poder seguir produciendo, como cooperativa o con algún empresario que se quiera hacer cargo. No nos vamos a ir hasta tener una solución”, explicó Silvia Ayala en diálogo con el portal Primer Plano Online.
Cierra fábrica de Mielcitas y deja en la calle a más de 100 trabajadores
Ayala también contó que en las últimas semanas tuvieron tres audiencias en la Secretaría de Trabajo de la Nación. En la última, el jueves pasado, representantes del gobierno exigieron que fuera el dueño de la empresa, quien finalmente no apareció. Debido a esto, se manifestaron frente a su casa ubicada en Adrogué.
La firma Suschen SA comenzó con sus problemas a finales de 2018, cuando en noviembre cambió su razón social y pasó a llamarse Ateparece. Según el portal Primer Plano, el motivo de la modificación fue la cantidad de deuda que la firma acumuló con la Afip en lo que refiere a cargas sociales.
Sin embargo, con la flamante denominación, los dueños también impulsaron una política diferente, como “de vaciamiento” según lo que interpretaron fuentes gremiales consultadas para este artículo: dejaron de comprar materia prima y cortaron la producción de girasol, de mielcitas y lo último fue el alfajor Suschen, en sus versiones triple y simple.
Alertados por esta situación, y en medio de la incertidumbre, cuando los trabajadores confirmaron que el salario de junio no lo iban a cobrar a principios de julio empezaron a moverse. Fueron en tres ocasiones a la Secretaría de Trabajo de la Nación para realizar la respectiva denuncia y esperar respuestas, en compañía de representantes del gremio de la Alimentación, al cual pertenecer.
“Tuvimos tres audiencias: en la primera se presentaron los abogados de la empresa a tomar vista, en la segunda igual, pero en la tercera, que fue el jueves pasado, los representantes del gobierno exigieron que vaya el dueño de la empresa, que no fue. Por eso decidimos accionar directamente y manifestarnos en la puerta de su casa, en Adrogué”, contó Silvia Ayala.