Mientras Valentine Machado recibía su nuevo DNI no binario, se abrió la camisa y mostró una remera con la leyenda “No somos X”. En la puerta del Museo del Bicentario, donde tuvo lugar el acto de entrega de los primeros tres documentos sin género, otras personas sostenían carteles con el mismo reclamo. “Entre lo ideal y lo posible, vayamos por lo posible porque estamos cada día más cerca de lo ideal”, dijo el presidente Alberto Fernández, en referencia al decreto N°476/21 que establece la adopción de la X en el casillero de “sexo” para quienes no se consideren parte del binomio masculino/femenino. La nomenclatura fue cuestionada por quienes reclaman desde hace tres años un DNI sin género. Consideran que una X no representa sus identidades, sino que las agrupa e invisibiliza. Celebraron el avance, pero cuestionaron la falta de participación de agrupaciones militantes y aseguraron que la lucha no termina.
“Me quedo con el género que tengo en el DNI porque al menos tiene mi nombre. Cuando cambie el género quiero que diga no binarie o que no diga nada, pero no quiero una X”, dice Camile a El Ciudadano.
Tiene 27 años y desde 2018 pelea porque en su DNI figure el nombre y el género que autopercibe. Fue una de las seis personas que había hecho el trámite en Santa Fe para que en el casillero de sexo no haya F de femenino ni M de masculino. Su pedido, y el de otras tres personas, había llegado de manera colectiva al Registro Civil de Santa Fe acompañado por las ex subsecretarías de Diversidad Sexual y de Derechos Humanos de la provincia. Seis meses después, recibió una respuesta informal en la que le ofrecieron completar la partida con la frase “identidad autopercibida”. Camile la rechazó. Argumentó que todos los géneros son autopercibidos y que la autopercepción no es una identidad. Estuvo dos años sin partida de nacimiento hasta que decidió pedir el cambio al otro género, aún dentro del binarismo. Entiende que no representa su identidad, pero se conforma con llevar el nombre con el que se reconoce.
Cuando supo del decreto que incorpora el sistema no binario mediante la X envió mensajes a quienes acompañaron su militancia y habló con una de las personas que recibió el DNI.
“Es violento. Invisibiliza a todas las identidades que estén por fuera del binarismo. Lo hicieron por debajo de la mesa. Sentí mucha tristeza, bronca y dolor porque el Estado mostró la hilacha que nos usa para su políticas. Creo que pudo ser un avance si se trabajaba con la comunidad. Otras personas sienten que les ayuda y lo entiendo y acompaño, pero eso no quiere decir que este de acuerdo. Se podría haber debatido con las agrupaciones antes de lanzar el decreto”, dijo.
Camile vivía en Rosario pero hace un tiempo decidió mudarse a Buenos Aires por cuestiones laborales. Asegura que no respetaban su identidad en las entrevistas de trabajo y optó por irse a vivir a una ciudad más grande. Ahora tiene una librería virtual transfeminista con su compañera y además trabaja como freenlace. “Hablan de un DNI para viajar cuando aún no tenemos trabajos formales porque la sociedad y las instituciones no respetan nuestras identidades, aun teniendo una Ley de Identidad de Género», opinó.
Por más políticas públicas
Gio cambió el género en su DNI a principios de 2019. Tuvo que rechazar el pedido que había hecho para tener un documento sin la casilla de sexo ante la falta de respuesta del Estado. Eligió una opción binaria porque, al igual que Camile, privilegió que apareciera su nombre. “Prefería tener un nombre que me represente más allá del marcador de género. No sé cuánto puede tardar hasta que aparezca uno que me identifique, pero voy a seguir luchando con mis compañeres para lograrlo”, contó.
Con la incorporación de la X, Gio volverá a tramitar un nuevo documento. Dijo que no es la solución definitiva al reclamo pero, al menos, es un avance en el recorrido de militancia y lucha. “Probablemente cambie el DNI porque me representa más que el marcador actual. Entendemos es un avance pero sigue siendo problemático agruparnos dentro de lo extraño y por fuera de la norma. Creo que le soluciona más cosas al Estado que a les no binaries. Las identidades son muy amplias y la X agrupa lo que escapa a las opciones binarias”, aseguró.
“Entiendo que es el primer país en Latinoamérica en tener siquiera una opción pero pretenden que nos conformemos cuando es un derecho contemplado en la ley de la Identidad de Género. Hay mucha gente muy feliz y está buenísimo, pero otres no se sienten representades”, agregó.
Para Gio se necesitan más políticas públicas que terminen con la discriminación y la violencia que sufren en el cotidiano: “Un DNI con X representa más violencia. No se termina con un decreto sino que se necesitan políticas públicas para cambiarlo. Hay poco conocimiento sobre identidades no binaries. Se necesitan más personas trans y no binaries en el Estado para asesorar esos cambios y que no dejen gente afuera”.
La lucha continúa
Carli tiene 25 años y se reconoce como no binarie. “Hay que pensar en una rearticulación de los conceptos de identidad. Existen categorías diferenciadas, pero cómo y quién las distingue; quién arma esa taxonomía identitaria”, se preguntó.
Cuando supo del decreto sintió desconcierto. “Faltó una consulta extensa con los grupos que venían militando y pidiendo esos cambios que no eran la X. Acompañamos a las personas a quienes les sirve pero hacemos expresa la disconformidad tanto del modo y de lo que supone para quienes ya tenían iniciado el trámite. No quieren una X y van a tener que continuar peleando por algo que supuestamente estaba ganado, pero en realidad no”, explicó y contó que a principios de mes pidieron una reunión con el director provincial del Registro Civil pero no llegó a concretarse.
“La X supone una serie de identidades, no sólo las no binarias. Tampoco es una identificación, sino una categoría que reúne todo lo que escapa a masculino y femenino. El binomio se sigue eligiendo y después está lo otro”, opinó.
Desde hace unos meses, Carli integra la liga Mostrix, un espacio al que considera de “militancia y contención”. “Tratamos de sostener esas vivencias que desde otros lugares son expulsadas o maltratadas y ocupar ese lugar afectivo. Ser un espacio donde sea posible enunciar las propias contradicciones, acompañar esos lugares que muchas veces no se resuelven, sostener o habitar ese espacio que supone ir a contracorriente de muchas cosas que te hacen vivir el día a día”, explicó.
Para Carli uno de los objetivos es acompañar la violencia cotidiana que parte del no reconocimiento del nombre con el que se identifica. “Parece sencillo y está contemplado en la ley de Identidad de Género pero en la práctica no se cumple. Cuando me vacuné contra el Covid informé mi nombre pero en el carnet escribieron el que figura en el DNI”, contó.
Desde su militancia, asegura que continuarán luchando para obtener un DNI que contemple a todas las identidades. “Es una lucha histórica que comprende a las travestis, lesbianas y maricas que hicieron el recorrido para salir del binomio femenino/masculino. Vamos a seguir luchando por ese reconocimiento que consideramos no se otorgó”, concluyó.
Antecedentes
En noviembre de 2018 cuatro personas de la provincia de Santa Fe hicieron el trámite en el Registro Civil para cambiar el nombre y género en la partida de nacimiento, el primer paso para después tramitar el DNI con una nueva identidad. Con el apoyo de las ex secretarías de Diversidad Sexual y Derechos Humanos y con los fundamentos de la Ley de Identidad de Género de 2012, pidieron que en el casillero de sexo no dijera femenino ni masculino sino “género no binario”. Desde el Registro Civil, que en la gestión provincial socialista estaba conducido por Gonzalo Carrillo, informaron que darían una respuesta conjunta a todos los casos. En junio de 2019 se comunicaron con el grupo para decirles que iban a usar el término “género autopercibido”. Una de las personas lo aceptó y el resto lo rechazó.
A nivel nacional dos personas fueron reconocidas como no binarias, en Mendoza y Tierra del Fuego. En los dos casos, lo lograron por la vía judicial.
En noviembre de 2018 la Justicia de la provincia andina reconoció a una persona que había pedido llamarse Gerónimo Carolina. Consiguió el cambio de nombre y que en su partida de nacimiento no esté definido el sexo. Fue una de las personas a quien el presidente Fernández entregó el nuevo DNI no binario.
Cuando salió el fallo de la Corte Suprema mendocina, Eleonora Lamm, la abogada y funcionaria judicial que tomó el caso, explicó: “El género no es uno ni dos. Son tantos como identidades que hay. Esta es una persona no binaria. No es que se siente mal, pero no se identifica con ninguno de los dos géneros”.
En diciembre de 2019 llegó el reconocimiento a la Patagonia. La Justicia de Tierra del Fuego hizo lugar a un recurso de amparo, con el patrocinio de abogados locales de la Organización No Gubernamental (ONG) “Red Diversa Positiva”, y le ordenó al Registro Civil provincial que inscriba a una persona con sexo “no binario/igualitario”. Fue el primer fallo judicial de esta clase en territorio fueguino.