El congoleño Denis Mukwege y la ex esclava sexual del grupo Estado Islámico Nadia Murad fueron galardonados este viernes con el Premio Nobel de la Paz por «sus esfuerzos para poner fin al uso de la violencia sexual como arma de guerra».
Ginecólogo y víctima, respectivamente, Denis Mukwege y Nadia Murad encarnan una causa planetaria que supera el marco de los conflictos, como evidencia la ola planetaria #MeToo desatada hace exactamente un año por unas revelaciones de prensa.
«Denis Mukwege y Nadia Murad arriesgaron ambos personalmente su vida luchando valientemente contra los crímenes de guerra y pidiendo justicia para las víctimas», indicó la presidenta del Comité Nobel, Berit Reiss-Andersen.
«Un mundo más pacífico solo se puede lograr si las mujeres, su seguridad y derechos fundamentales son reconocidos y preservados en tiempos de guerra», agregó.
Los nombres de Denis Mukwege, ginecólogo que cura a mujeres violadas en República Democrática del Congo (RDC), y de la yazidí Nadia Murad, exesclava de los yihadistas del EI y activista, ya figuraban entre los favoritos al Nobel de la Paz de este año.
La ONU se felicita
Las Naciones Unidas se congratularon por este «fantástico» anuncio que «ayudará a hacer avanzar el combate contra la violencia sexual como arma de guerra en los conflictos».
«Es una causa muy importante para las Naciones Unidas», precisó la portavoz de la ONU en Ginebra, Alessandra Vellucci.
Los cinco miembros del comité noruego tuvieron que decidir quién de los 331 candidatos individuales u organizaciones propuestas era el digno merecedor del premio.
Varios portales veían al presidente surcoreano Moon Jae-in y al líder norcoreano Kim Jong Un como grandes favoritos por el acercamiento entre ambos países.
Otro favorito inesperado en las apuestas era el presidente estadounidense, Donald Trump. El sitio Betsson le daba 10 posibilidades más de ganar el premio que a los dirigentes francés, Emmanuel Macron, británica, Theresa May, y ruso, Vladimir Putin.
Nobel, inventor de la dinamita
El año pasado, el premio recayó en la Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN) por su contribución a la adopción de un tratado histórico de prohibición del arma atómica.
Tras el premio de la Paz, el único que se entrega en Oslo, el de Economía clausurará la edición 2018, en Estocolmo.
Los Nobel, consistentes en una medalla de oro, un diploma y un cheque de 9 millones de coronas suecas (unos 865.000 euros, 990.000 dólares) se entregarán formalmente en sendas ceremonias previstas en Oslo y Estocolmo el 10 de diciembre, aniversario de la muerte de su fundador, Alfred Nobel (1833-1896).
En su testamento, el inventor de la dinamita había deseado ver recompensados a «quienes durante el año transcurrido prestaron a la humanidad los mayores servicios».
Este año, el de Medicina premió el lunes a un dúo de investigadores nipo-estadounidense, James Allison y Tasuku Honjo, por sus trabajo sobre la capacidad del cuerpo para defenderse contra cánceres virulentos como el de pulmón y el melanoma.
El martes, le llegó el turno a la Física, categoría que ganaron el estadounidense Arthur Ashkin, el francés Gérard Mourou y la canadiense Donna Strickland por haber revolucionado la técnica del láser.
El miércoles, fueron los estadounidenses Frances Arnold y George Smith y el británico Gregory Winter quienes ganaron el Nobel de Química por haber modificado las propiedades de los enzimas con fines terapéuticos e industriales, inspirándose de los principios de la evolución y de la selección natural.