Fotos: Juanjo Cavalcante
Este partido pese al resultado debe servir para no volver a repetirlo nunca más. Es que perder 3-0 con Yupanqui no estaba en los planes de nadie en Central Córdoba y menos de la forma en que se dio. Ya pasó un tercio del torneo y el Charrúa deambula entre la mitad de la tabla y la zona baja.
La muestra de lo que fue el encuentro se dio de inmediato cuando al minuto de juego William Giménez marcó el 1-0 para el Trapero, que casi sin proponérselo llegó al segundo, apenas pasado los 10 minutos de juego, por intermedio de Jean Rosseau. Golpe de gracia y chau partido.
Los dirigidos por Diego Pavoni buscaron el descuento pero volvieron a toparse con el mismo problema de siempre: la falla en la definición. En un par de ocasiones mala puntería y en otras respondió de buena manera el arquero Alejo Martínez.
En el entretiempo el DT matador introdujo variantes pero no dieron resultados. La temática fue la misma y por eso a los 16 minutos apareció otra vez Rosseau para poner cifras definitivas con el 3-0 para los de Ciudad Evita. Para colmo, el ingresado Joel Piccinini se fue expulsado por un golpe y es una baja obligada para la ofensiva azul, que tiene una anemia importante.
Mazazo tremendo a un Central Córdoba que no encuentra una regularidad como para ser protagonista y que menos obtiene resultados. Tiene 10 puntos y se ubica en el puesto 18 entre los 25 equipos de la Primera C.
El próximo desafío para este equipo será nada más ni nada menos que el indiscutible puntero Berazategui, que ganó los ocho partidos que jugó en este certamen. Este duelo será el lunes a las 15.30 en el estadio Norman Lee, en el sur del conurbano bonaerense. Un desafío que puede ser un quiebre para el Charrúa, ya sea para bien o para mal.
Pavoni y su cuerpo técnico tendrán un par de días para tratar de cambiarle por completo la cabeza a este grupo, que está golpeado y sabe que están al límite. La gente esperaba mucho más del equipo y el presente dista demasiado de esto, al punto de ser muy preocupante.
