Norma López transita su tercer mandato como concejala de Rosario y este año se postula como precandidata del Frente Juntos –que reúne a 14 espacios políticos– para ocupar una banca en el Senado provincial. “Mi compromiso con los trabajadores y trabajadoras, con el género, es el que siempre he tenido, porque provengo de sectores populares y ahí hago pie, en eso estoy firme”, dijo López a El Ciudadano. De cara al próximo 28 de abril, López está convencida de que de que vencerá en la Paso al periodista Marcelo Lewandowski y de que será quien en junio se enfrente en las urnas a la actual intendenta, Mónica Fein. Su interés, sostiene, es el de generar un espacio para que cada presidente comunal y cada intendente pueda expresar una problemática y tener la certeza de que su voz va a estar representada en la legislatura de Santa Fe. Lo fundamental, apunta, es generar acciones para que las personas que decidan vivir en el departamento Rosario puedan ver realizados sus sueños. “Lo que va a hacer la diferencia es que el Senado va a estar mucho más cerca del vecino”, asegura.
—Después de ocupar una banca en el Concejo Municipal por casi tres mandatos, ¿por qué decidiste presentarte para llegar a la legislatura provincial?
—Es un desafío nuevo. Hasta este momento pensé hacia el interior de la ciudad, ahora en cómo podemos mejorar la realidad en el área del Gran Rosario, del departamento Rosario, que también beneficien de lleno a los rosarinos.
—Estuviste recorriendo el departamento. ¿Cuáles fueron los principales reclamos con los que te encontraste?
—Hay cinco ejes que se repiten en casi todas las localidades. Uno es el transporte interurbano. Es poco tiempo de viaje, son pocos kilómetros, pero igual es muy caro y eso hace que sea restrictivo. Hay una mirada que tiene que ser netamente provincial, de la mano de la comunas, porque si no es imposible. Esto se relaciona con otros dos ejes. El de la educación, porque no hay suficientes bancos en las escuelas y a veces los chicos tienen que ir a otras localidades. Hay que hacer más escuelas y también garantizar un transporte más barato. A nivel universitario pasa lo mismo, porque los jóvenes tienen que viajar a Rosario y con el costo que tiene el transporte acceder a la universidad es aún más restrictivo. La problemática del transporte relaciona también con la del crecimiento de esas poblaciones, con urbanizaciones muy dispares, porque no tienen el acceso a un colectivo, no tienen todos los servicios. Hay comunas que crecieron mucho con las políticas del kirchnerismo a nivel nacional de los planes Procrear y Rosario ha expulsado a muchísimas familias jóvenes porque no habilitó tierras para la construcción aquí, pero son familias que muchas veces están atadas económicamente a Rosario. Y ese crecimiento poblacional también generó problemas de seguridad, que es otro de los ejes de los reclamos. Porque ese crecimiento no se ha acompañado con el desarrollo de un plan de seguridad ni de seguridad comunitaria. Y el último eje es el de las adicciones, que aparece en las distintas localidades del departamento. Hay que abordarlas desde el tema de salud mental, pero también es cierto que hay un punto donde se rozan con el tema de la seguridad. Lo que existe a nivel de políticas no alcanza. En eso la provincia de Santa Fe ha corrido el eje. Necesitamos un abordaje que no sea a partir de las organizaciones de la sociedad civil y las instituciones privadas.
—¿En ese punto marcás una falencia en el sistema de salud?
—El tema de salud es inobjetable. No es sólo un caballito de batalla del Socialismo sino que fue un gran eje de inclusión social y qué género equidad. Con Roberto Sukerman tenemos una mirada positiva sobre lo que ha sido la salud y siempre hablamos de que es algo que hay que sostener. Sí creo que hay que mejorar lo que significa la oferta del derecho a la salud. Se necesitan más cargos, de más especialidades. Lo que hay hoy por hoy no está alcanzando. Por ejemplo, Villa Gobernador Gálvez es la tercera ciudad de la provincia y no tiene una maternidad y eso es una deuda de la democracia con las mujeres.
—¿Cómo decidieron el armado de las listas dentro del Frente Juntos?
—Yo formo parte de un espacio político, Unidad Ciudadana, y con Cristina venimos trabajando en cómo generar el más amplio de los consensos desde el peronismo y los sectores históricamente aliados para generar una construcción que nos dé la posibilidad de volver a tener un gobierno nacional y popular. La destrucción que hizo el macrismo de las economías regionales, de la industria generó que el departamento Rosario sea el de mayor nivel de desempleo en el país. Tenemos 416 mil personas en la línea de la pobreza y 78 mil indigentes. Las mujeres constituimos el 16,1% de desocupación, la más alta de todo el país. Nuestro objetivo es sostener las políticas necesarias para poder ganar Rosario con Roberto Sukerman como candidato a intendente; Leandro Busatto al frente de la lista de candidatos a diputados provinciales; Marina Magnani como cabeza de lista de concejales de Rosario, y Omar Perotti y Alejandra Rodenas para la gobernación. Unidad Ciudadana hizo un gran esfuerzo por incorporarse a esta mirada desde el punto de vista electoral y de construcción política, que va más allá de las diferencias que podamos tener, porque las diferencias existen y van a seguir existiendo, pero la unidad no significa anular las diferencias. Nosotros queremos que el 10 de diciembre sea el último día que gobierne en el país Mauricio Macri, sus aliados y alguien que sea parecido a Macri, porque todas sus políticas han sido de ajuste y destrucción. Pero además en la provincia de Santa Fe coincidimos en el análisis de que también queremos que sea el último día que gobierne el FPCyS, que hace 12 años que viene llevando adelante una propuesta de gestión a nivel provincial y creemos que en esta etapa ha sido absolutamente funcional a las políticas del macrismo.