“A las mujeres nos cuesta cada vez más poner el plato de comida en la mesa, están aumentando las personas que van a los comedores, hay estadísticas que son públicas en este sentido, que demuestran cómo se solicitan más raciones de comida en los comedores. En cada barrio eso se ve”, sostuvo la fundadora y dirigente histórica del Sindicato de Amas de Casa, Rita Colli.
Desde el centro mismo de una de las organizaciones de género y trabajo más representativas del país, la secretaria de Sacra Santa Fe participó del plenario en Luz y Fuerza del Movimiento Sindical Rosarino, que reunió también a gremios de la CTA, y a organizaciones sociales. Allí se habló de conformar un “frente antimodelo” para enfrentar las políticas oficiales que socavan ya no sólo los salarios sino los derechos mismos de los trabajadores.
La no convocatoria a la paritaria nacional docente desconociendo con ello una ley nacional –o forzando una interpretación distinta a la de los anteriores ocho años en los que desde el primero, nunca se había interrumpió el llamado–, el impulso de un juicio político a dos camaristas que avalaron la paritaria de los bancarios, junto al techo a los reclamos salariales y los tarifazos no fueron descritos en Luz y Fuerza como errores de gestión sino como una política consecuente del gobierno a la que los gremios presentes llamaron a enfrentar.
Y la organización de amas de casa coincidió con ese diagnóstico: “Este gobierno arrancó con señales inequívocas. No hay errores involuntarios; hay un plan. Se despidieron a miles de trabajadores del Estado para empezar a disciplinar al resto, invocando una crisis que no existía, se provocó una devaluación del 40 por ciento, y lo más terrible, aumentaron el precio de los alimentos en forma exorbitante, reduciendo y sacando las retenciones. Es un golpe mortal al corazón de nuestro pueblo y por eso, hoy estamos diciendo basta”, sostuvo Colli. En ese marco, la secretaria general de Sacra Santa Fe llamó a “construir una mayoría que incluya también a quienes equivocaron su voto y lo sufren amargamente”.
“Ellos no son enemigos”, marcó Colli y apuntó a “las políticas que se están llevando adelante que impactan de lleno en la mesa de los argentinos”.
“Nuestro país no estaba en crisis, tenía índices de empleo y vinculados a la problemática social que nada tienen que ver con lo que empieza a aparecer ahora”, remarcó Colli.
La mesa del hogar
“La presencia del Sindicato se da porque somos parte constitutiva del Movimiento Sindical Rosarino, ocupamos la Secretaría de Género, compartimos con el resto de las compañeras una activa participación en el movimiento y codo a codo con los demás gremios, por eso estamos trabajando y estamos comprometidas en esta lucha”, explicó Colli respecto a la convocatoria en Luz y Fuerza.
En ese marco la dirigente pasó revista a las medidas de gobierno que el Sacra enfrenta. “Nos preocupa enormemente la falta de presupuesto para políticas públicas que tienen que ver con la erradicación de la violencia, la trata. Nos preocupa la voracidad que se manifiesta sobre el fondo de garantías de sustentabilidad de Ansés. Ese fondo tiene que ser una preocupación de todos los argentinos, quieren privatizar, nosotros ya sabemos y nos duele todavía lo que pasó en los 90 con la privatización de los fondos previsionales que son de los trabajadores y de las jubilaciones, que son para sostener el futuro”, marcó.
“Estamos defendiendo también que las mujeres se tienen que jubilar a los 60 años, tenemos una doble y a veces triple jornada laboral y eso tiene que ver con el peso que tiene en la vida de las mujeres el trabajo no remunerado. Si medimos a nivel internacional qué cantidad de tiempo ocupa el trabajo que no se paga, veríamos que es el 60 por ciento del trabajo de las personas y de las mujeres sobre todo: sólo el 40 es remunerado en el mercado” sostuvo.
La pelea de fondo es que haya una ley de jubilación para las amas de casa”, remarcó Colli.
Desde su formación en 1983 y su reconocimiento como integrante de la CGT dos años después, y el reconocimiento de derechos laborales en 1993, el Sindicato de Amas de Casa no dejó de buscar un sistema de salud y una jubilación propia. Lo logró con la creación de Ossacr, y parcialmente en los últimos años con la moratoria previsional, que ya no rige.
Batería
En el acto de conformación del “frente antimodelo” en el salón de actos del Sindicato de Luz y Fuerza, el Movimiento Sindical Rosarino dio a conocer un documento en el que se manifiestan los principales ejes de su reclamo al gobierno nacional: el central es el cese inmediato de las políticas de ajuste y entre los principales asoman el lanzamiento de medidas para frenar los despidos, la declaración de la emergencia alimentaria, el subsidio a los servicios públicos para los sectores más castigados y la protección de la industria nacional. El MSR exigió medidas también a los legisladores y al gobierno provincial para salvaguardar a los sectores más comprometidos.
Cuestión de tiempo
Desde su fundación en Tucumán, el Sacra se extendió a Córdoba, Corrientes, Chubut, Misiones, La Pampa, Neuquén, San Luis y Santa Cruz, entre otras provincias. En todas viene peleando por la regularización del trabajo no remunerado y, particularmente en Santa Fe, impulsa una ley para medir el uso del tiempo. “Hay metodología para medir la distribución del tiempo de las personas y es necesario que avancemos en esa cuantificación para ver la importancia que tienen en las cuentas nacionales y económicas la contribución de las mujeres con el trabajo no remunerado. Queremos que las responsabilidades en el trabajo doméstico sean compartidas para tener una sociedad más justa”, explicó Colli.
Respaldo político a los reclamos gremiales
La senadora nacional María de los Ángeles Sacnun, la diputada nacional Josefina González, la concejala Marina Magnani y el referente del FPV-PJ Matías Fernández participaron del acto del Movimiento Sindical Rosarino en Luz y Fuerza, salieron a respaldar los reclamos del movimiento obrero y destacaron que “Rosario es uno de los faros de la resistencia al neoliberalismo”.
“Vivimos una jornada que vamos a recordar siempre. Fue una muy buena convocatoria, en la que se coincidió en la necesidad de conformar un frente que se oponga a este modelo de hambre y exclusión que lleva adelante el gobierno de Mauricio Macri”, celebró la senadora Sacnun.
“Se coincidió en actuar en defensa del empleo, participamos diversos sectores sindicales, políticos y sociales y no hubo nada que desvíe la atención de la gravísima situación que se atraviesa”, resaltó la legisladora del bloque del PJ-Frente para la Victoria.
También Josefina González hizo hincapié en “la unidad que se va logrando para frenar al macrismo y defender los derechos de los trabajadores y trabajadoras”.
“Las organizaciones sindicales que confluyen en este espacio están representando cabalmente a sus afiliados, poniéndose al frente de la resistencia contra las políticas que destruyen la industria, las economías regionales, el empleo. Estamos orgullosos de formar parte del sector que se organiza para pelear por los puestos de trabajo y la calidad del trabajo de las argentinas y los argentinos”, sostuvo la diputada nacional del bloque del Frente para la Victoria-PJ.
Marina Magnani, en tanto, señaló que “la ciudad y la región atraviesan una situación desesperante, que obliga a redoblar el esfuerzo para torcer el rumbo del gobierno nacional”.
“Necesitamos retomar el camino del fortalecimiento del consumo interno, del desarrollo industrial con empleo, con justicia social. Este es el reclamo que se expresó claramente en el acto”, resaltó la concejala del Frente para la Victoria.
“Acá nadie está dispuesto a ceder lo recuperado y conquistado después de la crisis de 2001”, sumó Matías Fernández. “Los trabajadores y trabajadoras de la ciudad vienen expresando su rechazo al ajuste, a la exclusión. Rosario es uno de los faros de la resistencia al neoliberalismo, con un nivel de unidad de las fuerzas populares que recrea la esperanza de construir el gran frente que necesitamos para volver a poner al Estado al servicio del pueblo y de la patria”, subrayó el referente del FPV.