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“Nos quedamos con saber que podemos dar más”

La rosarina Virginia Gómez analizó todo lo que dejó el histórico empate ante Japón en el debut y el duro examen que se viene ante Inglaterra. “La verdad que no caigo, estoy muy feliz”, aseguró la jugadora de Central

Por la cabeza le aparecen cientos de imágenes, los recuerdos de las veces que le dijeron que no iba a poder jugar al fútbol, el esfuerzo de su familia, el sacrificio personal a la hora de sobreponerse a una dura lesión y volver a entrar en una cancha. Vestir la camiseta de la de la selección argentina siempre tiene un sabor especial, pero que esta vez encima fue para jugar nada menos que un Mundial.

La rosarina Virginia Gómez pasó por el túnel que conecta el vestuario con el campo de juego. Se paró en el centro de la cancha y entonó el himno nacional ante más de 25 mil personas en el estadio Parque de los Príncipes de París. Con la camiseta albiceleste, la vincha para el pelo y el número 13 en la espalda. Número nuevo que le dieron y que recibió con los brazos abiertos: “Me encanta”, dijo. Y enseguida aclaró: “Si me hubieran dado otro, también me hubiera encantado”.

La jugadora de Central se paró en el sector del lateral derecho, en la última línea y ahí se quedó para defender el arco de Vanina Correa, su compañera en el Canalla.

Más imágenes, más recuerdos y el ritmo del pulso que va en aumento. Los nervios juegan, la ansiedad y la emoción también. “Se me pasó de todo por la cabeza”, cuenta Virginia, quien se toma unos minutos para hablar con El Hincha tras el histórico empate conseguido en el debut ante Japón, actual subcampeón del mundo y gran candidato a quedarse con el título.

Y Gómez describe esa sensación de cantar el himno en el centro del estadio: “Es único. Miraba todo y quería llorar”. La rosarino entró, jugó y cumplió. El arco se mantuvo en cero, otro dato histórico para una selección argentina que en todas las citas mundialistas anteriores (2003 y 2007) le habían marcado siempre muchos goles.

El día después es despertar y saber que el debut mundialista no fue un sueño. Y también es pensar en Inglaterra, el próximo rival. “De Rosario a Francia”: reza la bandera que subió a las redes sociales Luna, compañera de Virginia en el elenco auriazul, en la previa del partido del lunes ante las niponas.

Y en Francia, ella no se olvidó de Rosario. El domingo en la concentración albiceleste, a menos de 24 horas del debut con Japón, no se quiso perder el partido de su equipo y vio por la página web de 5RTV la final de la primera edición de la Copa Santa Fe. Su equipo, sus amigas, sus compañeras, jugaban en el estadio 15 de Abril de Unión. Pero ella desde las distancia las acompañaba con el corazón, en un perfil exacto que pinta de cuerpo entero la clase de persona que es Virginia: humilde, compañera y guerrera.

La jugadora, que cumplió 28 años en febrero, volvió a vestir la camiseta de Argentina, esta vez en su primer Mundial con la mayor. Ya había participado del combinado nacional sub 17 y sub 20. Y llegó. El sueño se cumplió y Virginia entró en la historia del fútbol argentino junto a sus 22 compañeras, y las que quedaron fuera de la lista final pero que atravesaron este nuevo proceso.

“Es un sueño. La verdad que no me lo esperaba, pero gracias a Dios, Carlos (Borrello) lo decidió así. Desde que me dijo que iba a jugar comenzaron los nervios”, contó Virginia en la zona mixta del estadio parisino. Y agregó: “Defender esta camiseta es alucinante”.

“Ahora estamos felices y lo festejamos, mañana ya es otro día. Primero tenemos que descansar, no nos quedamos solamente con esto, nos quedamos con saber que podemos dar un montón más”, declaró.

El envión anímico, ese plus que le da fuerzas a las piernas y concentración a la cabeza; esa concentración que hizo que cumplieran al pie de la letra lo pedido por el entrenador y consiguieran sumar el primer punto en la historia de Argentina en los mundiales.

“Carlos nos pide siempre que estemos concentradas, que no nos desarmemos y que seamos un equipo. Hablamos mucho en la cancha y trabajamos juntas para poder emparejar el nivel de Japón, un equipo que es rápido y que es potencia mundial”, afirmó.

El día después Virginia todavía no piensa en la dimensión de haber estado presente el lunes en el Parque de los Príncipes: “La verdad que no caigo, pero estoy muy feliz, por la gente que me sigue, por mi familia y amigos. No sé ni que decir, soy y estoy feliz”.

Se viene Inglaterra

Argentina llegó a Le Havre y espera por el partido del viernes ante Inglaterra en el Stade Océane desde las 16 y por la TV Pública. La delegación nacional arribó cerca del mediodía a Deauville, a pocos kilómetros de la sede mundialista. Por la tarde estaba programado un entrenamiento que finalmente se suspendió. Mañana desde las 14 sí lo hará en el Stade Parc Des Loisirs y el jueves habrá conferencia de prensa en el estadio y reconocimiento del campo de juego.

Rosana Gómez dijo presente

La entrenadora de Central y ex jugadora de la selección argentina dijo presente en el Parque de los Príncipes. Rosana Gómez, la “Zurda”, además de ser DT del elenco de Arroyito que compite en el torneo local, trabaja desde hace mucho con Conmebol y fue invitada para viajar con la delegación a presenciar los tres partidos inaugurales de los elencos sudamericanos: Brasil, Chile y Argentina.

Este último, sin dudas, el más apasionante. Gómez integró los planteles del combinado nacional en Estados Unidos 2003 y China 2007 y el lunes estuvo presente en la tribuna del Parque de los Príncipes para ver el partido ante Japón y a dos jugadoras en particular: Virginia Gómez y Vanina Correa. La directora técnica le contó a El Hincha que “a todos les contaba que eran mis jugadoras”.

“Verlas a las dos fue una emoción tremenda. A todos les contaba que eran mis jugadoras. Estoy muy contenta por ellas porque conozco el sacrificio que hicieron y lo que les costó llegar hasta acá”, afirmó.

Sobre el desarrollo del partido, la Zurda destacó que vio bien al equipo y el planteo defensivo que decidió poner en cancha el entrenador Carlos Borrello. “Fue un resultado histórico, muy contenta por eso. La emoción era muy linda. Me vine muy feliz no solo por el punto, sino porque se lo que costó y lo que cuesta, porque también lo viví como jugadora. Se lo difícil que es que las chicas hoy tengan tanta repercusión mediática y todo el mundo esté expectante esperando a ver que hacían. Quizás no lució pero aguantó y le empató a uno de los mejores equipos del mundo”.

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