Dos casos de extorsión cometidos durante el primer semestre de 2021 se ventilaron este viernes en una audiencia imputativa contra tres jóvenes que quedaron presos por 120 días en forma preventiva. Los aprietes se cometieron contra dos familias de la zona oeste a quienes les exigieron plata y vehículos. Aunque no está clara la pertenencia de los acusados a la banda de Los Monos, en la investigación consta que éstos invocaban un lazo con “los Cantero” para infundir miedo a las víctimas. El caso tiene sus particularidades: dos de los acusados ya habían sido imputados por el mismo delito en julio pasado, al ser detenidos por primera vez, circunstancia que motivó fuertes objeciones de la defensa. El padre de uno de ellos terminó preso por un supuesto acuerdo con una mujer víctima de la extorsiones, ahora también imputada por falso testimonio. El proceso promete apelaciones, adelantó uno de los penalistas.
“Me mandaron a cobrarte”
La madrugada del viernes 23 de junio, la media docena de plomos que impactó en la fachada de una vivienda de 6 de Diciembre al 7100, en barrio Belgrano Sur, se hizo lugar en la crónica policial entre varios hechos de características similares.
El propietario de la casa, un hombre dedicado a la venta de automóviles que tiene una concesionaria en 27 de Febrero al 7100, relató en la seccional 32ª que un día antes su hijo había recibido un mensaje al Whatsapp donde le exigían la entrega de 60 mil dólares, a pagar antes de la medianoche. “Me mandaron a cobrarte por que ustedes se hacen los vivos”, le dijeron.
Eso no fue todo. Al otro día, un empleado de la víctima encontró una nota manuscrita que decía: “Dejá de trabajar para ellos o te va a pasar igual”, acompañada del dibujo de una bala. La exigencia de plata no fue acatada, pero las triangulaciones que hicieron los detectives de la Brigada Operacional Delegación Tribunales sobre el número de teléfono del que partían las amenazas determinaron un posible sospechoso: Maximiliano D., de 21 años, joven que estaba alojado en la cárcel de Zeballos y Riccheri con salidas transitorias. Su línea fue intervenida y esas escuchas en las que habla con compinches echarían luz, más tarde, sobre un apriete cometido días después.
“Prepará tu auto y tu moto”
El 3 de julio, según la acusación del fiscal Federico Rébola, Maximiliano D., junto con Brandon Ezequiel Z., de 21 años, y Joel Nicolás “Fierro” G., de 21, y un cuarto no identificado, se presentaron en una casa de Fraga al 1800. Las escuchas relacionadas a este hecho hablaron de “aplicar mafia”, “hacer plata”, y “caerle a uno”. Ese día, a las 23, el cuarteto tocó la puerta y preguntó por Mateo y luego por Tomás.
Al salir Tomás, Brandon lo tomó del cuello, le apuntó a la cabeza con una pistola y le dijo: “Nosotros trabajamos para los Cantero y vos y Mateo están vendiendo acá y para eso nos tienen que pagar. Prepará tu auto y tu moto”.
Uno de los presentes sugirió: “Tráelo (por Tomás) al auto y vamos a llevarlos a dar una vuelta”. La víctima se negó y uno de los dos sugirió: “Tirale en las piernas”. Quien portaba el arma la montó pero no disparó. Los cuatro se subieron a un Audi negro y avisaron que volverían al día siguiente, señaló la investigación.
A las 11 del 4 de julio, quienes volvieron fueron Brandon y Joel. Los atendió la madre de Tomás, Ángela L. “Preguntaron –describió el fiscal con base en el relato de las víctimas– por Tomas de forma insistente y agresiva, y repitieron nuevamente las amenazas extorsivas del día anterior en la cual le exigieron la entrega de los vehículos. De forma amenazante le dijeron que más tarde volverían.
Momentos más tarde volvieron a pasar en un automóvil negro y uno de los ocupantes, se bajó del vehículo y a los gritos exigió: «Dónde está Tomi, queremos el Tornado» y la apuntaron con el dedo: «Nosotros hacemos pum pum».
Ese día, Brandon y Joel fueron detenidos y en forma posterior, imputados por extorsión en tentativa por el fiscal David Carizza.
El juez de primera instancia en esa ocasión les había impuesto prisión preventiva por 90 días, hasta octubre próximo. En el marco de una audiencia de Cámara el 20 de julio, sin embargo, recuperaron la libertad antes de lo previsto.
Ocurre que –según la investigación de Rébola– el padre de Brandon, un hombre de 38 años, llamado Jonatan y apodado Munra –que remite al villano de la serie animada Thundercats–, fabricó un acuerdo espurio con la propia Ángela L., la víctima de las amenazas, para que la acusación naufragara en segunda instancia, como efectivamente ocurrió, porque testigos no se presentaron.
Munra y Ángela
Ese pacto, a juicio de la Fiscalía, quedó plasmado en escuchas de Munra con Maximiliano D., días antes de la audiencia en segunda instancia. “Viste el pibe de al lado, ese Mateo que nombran, bueno ese me salió de testigo a mi favor. Que no, no vio nada, vive pegado a la casa, que es la verdad. ¿Viste? Todo chamuyo, pero bueno, el problema era porque el pibe se hacia el vivo con tu hermana. Así que ahí ya declararon cuatro testigos y ellos no tienen ningún testigo, vamos a ver si dios quiere en la próxima audiencia nos vamos”.
El diálogo fue posteriormente incorporado como evidencia del delito de falso testimonio y facilitamiento para que los imputados eludieran una investigación criminal, delitos que Rébola les atribuyó a Munra (acusado formalmente de facilitamiento) y a Ángela.
El 25 de agosto, Maximiliano, Brandon, Joel y Munra fueron detenidos; al día siguiente fue el turno de Ángela. La audiencia imputativa de este viernes tuvo un encendido debate entre la Fiscalía y la defensa. Parte de ello fue porque Brandon y Joel fueron detenidos en una investigación por la que ya habían sido liberados.
Maximiliano, Brandon y Joel quedaron presos por 120 días por extorsión; mismo plazo le dictaron a Munra por el llamado facilitamiento. Ángela, en tanto, recuperó la libertad. Rébola había solicitado el plazo de ley para los cuatro varones.
Hubo objeciones de las defensas. “Hicimos el planteo que la detención de Joel y Brandon era ilegítima porque la Cámara les había dado la libertad. El fiscal no hizo un pedido de nueva audiencia en la Oficina de Gestión Judicial, directamente los detuvo con el fundamento de que los iba a reimputar, pero no los reimputó, hizo la misma acusación”, explicó el penalista Ezequiel Torres, defensor de Joel.
El penalista se mostró sorprendido que aunque el juez Román Lanzón declaró ilegal la detención de Brandon y Joel, aun así les impuso la prisión preventiva. “Le marcó al fiscal que esa no era la vía y después se la consintió de hecho”, se quejó y adelantó que apelará la resolución de Lanzón.
“La Cámara va a corregir esta situación procesal porque el código es claro”, vaticinó Torres. Y agregó que si bien Munra no es su cliente, “fue una inconsistencia muy grave que lo hayan dejado preso por un encubrimiento a su hijo Brandon”, dijo el penalista haciendo una analogía al delito de facilitamiento achacado al hombre.