A partir de la capacitación en carpintería recibida en el marco del Programa Nueva Oportunidad, un grupo de jóvenes que conformó su emprendimiento productivo creó un novedoso dispositivo lúdico didáctico de madera. Denominado Carrito Lúdico, ya es utilizado por niñas y niños de 0 a 6 años en distintos centros de convivencia barriales y centros de salud de la ciudad.
Los jóvenes asisten a La Estación, un espacio municipal de referencia para el abordaje integral de consumos de alcohol y sustancias psicoactivas. De la mano del Nexo Oportunidad, lograron conformarse como unidad productiva y crearon La Viruta, el emprendimiento mediante el que fabrican este set de juegos y juguetes de madera utilizados para la estimulación de niñas y niños.
“El proyecto de la unidad productiva arrancó hace tres meses en Nexo, con la propuesta e invitación de la gente de Atención Primaria de la Salud de hacer un kit de neurodesarrollo. Ahí no teníamos experiencia previa ni modelo, y se empezó a idear un proyecto para construir un kit, del que salió este carrito lúdico que tiene muchas funciones para trabajar con niños y niñas de 0 a 6 años”, resumió Facundo, acompañante del Nueva Oportunidad.
Mariana, médica del equipo de La Estación, expresó que “la demanda se hizo para que todos los espacios tengan las mismas herramientas, lo que da la posibilidad de una misma evaluación y tener el mismo parámetro», y añadió: «Y dentro del grupo evaluamos diferentes tipos de juguetes a realizar y las herramientas a utilizar para hacerlos. Todo se hizo en grupo».
Respecto a la funcionalidad de este dispositivo lúdico, Facundo explicó: “Son elementos con los cuales un profesional puede ir viendo, midiendo, evaluando el desarrollo de los niños y niñas. Tienen que ver con actividades motrices muy comunes: levantar, poner, sacar, tirar, poner, arrastrar, interpretar e identificar colores y texturas. También se incorporan un abecedario y números para aquellos niños en etapa escolar”.
“Cada objeto y sus funciones las fuimos construyendo colectivamente. Nos llevó un montón de discusiones para intentar llevarlo adelante. La idea es que todos sepan y conozcan cada objeto y su función y que se puedan apropiar del conjunto de otra manera”, agregó Mariana.
Desde el Proyecto de Desarrollo Infantil del municipio, Carolina relató que “el carrito lúdico se empezó a distribuir en algunos espacios, dispositivos de desarrollo infantil y fue muy bien recibido por los niños y niñas”.
En primera
Jonathan, uno de los miembros de La Viruta, hace tiempo que se capacita en diferentes cursos. Dos años atrás se sumó al taller de carpintería del Nueva Oportunidad y poco a poco fue aprendiendo el oficio. “Me gusta mucho la carpintería, trabajar con las maderas; es un oficio que te sirve si te gusta”, indicó mostrando orgulloso el producto de su trabajo.
Además, se refirió a su grupo de compañeros y a la recepción del producto: “A todos nos gusta trabajar y aprender el oficio. Por eso estamos acá. Ya tuvimos experiencias en ferias y el producto anduvo muy bien. Gustó y se vendió bastante”.
Respecto al proceso de producción, Jonathan mencionó que «fue todo una discusión armar el kit», y señaló: «Empezamos a dibujar, a definir qué juguete iba y cual no; se empezó con algo, luego se fue achicando. Fue todo un proceso de trabajo, elegimos entre todos los colores, las formas”.
El carrito
Mariela, educadora de primera infancia, y María Eugenia, pediatra del Centro de Salud del barrio, llevan adelante el espacio de Neurodesarrollo del Centro de Convivencia Barrial La Tablada. Allí, las niñas y niños que asisten dan buen uso del Carrito Lúdico, haciendo del juego un modo de crecer y aprender.
