Cuando los dirigentes del fútbol argentino apoyaron a AFA en la creación de la Superliga, organismo que pasó a ser el encargado de manejar el desarrollo de los torneos de Primera, mucho imaginaron que el fútbol argentino iba a ingresar al primer mundo, con fixtures armados con meses de anticipación, mejora en los ingresos a los clubes por televisación y la eliminación del “amiguismo” que tanto daño hizo desde la llegada de Julio Grondona a AFA.
Pero poco cambió. Y quedó demostrado en las reuniones que comenzaron a realizarse desde hace varias semanas en Puerto Madero para modificar parte del reglamento de Superliga, y en especial, el tema de los descensos del próximo torneo.
Primero se intentó dar de baja los promedios, incluso hubo aprobación en una charla de directivos, con anuncios posteriores. Pero con el correr de los días algunos referentes como Daniel Angelici, Rodolfo D’Onofrio y Víctor Blanco revirtieron su postura.
Entonces llegó la propuesta de Nicolás Russo de Lanús, apoyada por Central, Newell’s y muchos clubes más, bajar los descensos del próximo torneo de cuatro a dos. Y parecía que tenía aceptación de muchos, incluso se pensaba votar el miércoles pasado, pero hubo cuarto intermedio porque apareció la TV y el tema principal pasó a ser otro.
La propuesta que se intenta imponer es dos descensos, más una promoción. Pero la TV no lo ve con buenos ojos porque quiere lo antes posible tener dos torneos cortos de 22 equipos, y esa presión, que incluso amenazó con un reclamo judicial por no cumplir con las reglas fijadas, hizo que todo se postergara hasta este lunes.
La famosa “rosca” pasó a ser la clave de las charlas. La TV ya tiene una postura clara: no acepta llegar a la siguiente temporada (2020/21) con 24 equipos. En las empresas quieren sí o sí llegar a 22 equipos. A lo sumo, aceptan postergar una temporada más y que haya tres descensos en este campeonato que está por empezar y otros tres en el siguiente, para que recién en la 2021/22 haya 22 equipos. Los tres descensos estarían acompañados de dos ascensos, lo que haría que el siguiente certamen se juegue con equipos impares, y ese puede ser seguramente el problema que se viene en un futuro en el armado del calendario.
Los dirigentes, por su lado, tienen motivos para pretender o esperar que haya menos descensos. En el cónclave celebrado en el Savoy, hace un mes, el presidente de Boca Daniel Angelici les prometió a los dirigentes: “O sacan los promedios o se bajan los descensos”. Aunque al otro día de aquella reunión, algo cambió.
La realidad es que Fox y TNT no aflojan. Este lunes van a ofrecerle a los clubes que haya tres descensos este año y tres más el siguiente. Y varios clubes, que incluso creen que pueden tener la mayoría de 13 votos en Comité de Superliga, amenazan con mantener su postura de dos descensos y una promoción e ir a votación.
El tema es que los grandes, como Boca, River, Independiente y Racing, no quieren tener una derrota en las urnas. Pero también saben que enfrentarse con la TV puede ser perjudicial para todos, en especial para ellos, que son los que más dinero reciben.
Y como sucedió con aquel bochornoso 38-38, donde el fútbol argentino se dividió en dos, y los posteriores ganadores parecieron pasarle factura a los perdedores, una vez más el fútbol argentino amenaza con abrir otra grieta. Y como ya sucedió otras veces, la TV y sus contratos poco claros imponen reglas, incluso por encima de los clubes.
Lo cierto es que hoy puede empezar a definirse si hay consenso para que haya dos descensos y una promoción, o tres descensos. Newell’s y Central están muy atentos a la jugada.
