Un portacontenedores encallado desde hace tres meses en un arrecife de Nueva Zelanda se quebró en dos debido a una fuerte tormenta, incrementando el temor a una contaminación petrolera, anunciaron las autoridades marítimas.
Los dos trozos del «Rena» se alejaron entre 20 y 30 metros el uno del otro después de haber sido golpeados por olas de seis metros de altura, indicó el responsable de las operaciones de los servicios marítimos neocelandeses, Alex van Wijngaarden.
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Esta fuente precisó que los servicios competentes habían sido activados para recuperar el resto del petróleo contenido en el barco y reparar todo daño que pudiera afectar al medio ambiente.»No se conoce exactamente la cantidad de petróleo que podría escaparse, pero los equipos ya fueron movilizados», indicó.
Según el ministro de Medio Ambiente Nick Smith, los escapes de combustible no serán tan importantes como cuando el naufragio del «Rena». «En el peor de los casos, se tratará de decenas de toneladas de petróleo, en lugar de centenares de toneladas que (entonces) podrían haberse escapado», afirmó.
Hasta 300 contenedores, de los 800 que permanecían a bordo, fueron precipitados al mar, y las autoridades ampliaron la zona prohibida a la navegación alrededor del «Rena» para evitar toda colisión con embarcaciones más livianas.
El «Rena», que lleva bandera liberania, encalló el pasado 5 de octubre en el arrecife del Astrolabio (norte).