La fiscal Viviana Fein, que interviene en la investigación de la muerte de Alberto Nisman, y la ex esposa del fiscal, Sandra Arroyo Salgado, protagonizaron ayer otro cruce en torno de la forma en que murió el jefe de la Unidad Fiscal Amia, hasta que la encargada de investigar el caso debió rectificarse. Arroyo Salgado salió a cruzar duramente a Fein y pidió que “no se le mienta más a la gente” en la causa, luego de que la fiscal negara la existencia del punto 12 del informe presentado por la querella, según el cual el fiscal murió asesinado de rodillas.
Sin embargo, Fein aclaró que inicialmente había negado que esa parte del informe figurara en la causa por pedido de la propia titular de la querella. “Ella misma pidió expresamente en la Fiscalía la confidencialidad de este informe y del contenido. Ella presentó (el informe) con puntos suspensivos y dijo que era prolijo y prudente de mi parte no manifestar la existencia de ese punto”, dijo la fiscal en declaraciones radiales.
“No tengo ningún punto 12. No sé a qué se refiere, porque de la mecánica (de la muerte) no se está hablando, no sé. El punto 12 no existe, no hay nada, sobre el contenido no puedo hablar, hasta tanto se reúnan los peritos de parte y los peritos oficiales”, afirmó ayer Fein en una entrevista periodística.
Minutos después de las declaraciones de Fein, Arroyo Salgado, jueza federal con asiento en el partido bonaerense de San Isidro, afirmó que “el punto 12 sí existe” y pidió: “Se está faltando a la verdad. Que no se le mienta más a la gente”.
Peritos de la querella
La querella ratificó ayer ante Fein que Alberto Nisman fue ejecutado frente a la bañera, con el torso erguido y con una rodilla en el suelo, apuntando así a la hipótesis del homicidio.
Esa fue la conclusión del equipo de peritos forenses que contrató la ex esposa de Nisman, la juez Sandra Arroyo Salgado, compuesto por el criminalista Daniel Salcedo y el médico forense Eduardo Raffo.
Salcedo y Raffo se limitaron a decir ante la prensa que presentaron el informe, pero evitaron los detalles del “punto 12” del documento que detalla la “mecánica” del presunto homicidio y que había sido mantenido en reserva hasta ayer.
Las conclusiones de la querella volvieron a poner bajo la mira al perito en informática, Diego Lagomarsino, quien le prestó a Nisman su pistola calibre 22 de la que salió el disparo fatal. Consultado sobre si fue Lagomarsino el victimario de Nisman, Salcedo respondió: “Nosotros no acusamos a nadie. Decimos cómo, cuándo y dónde. No hablamos de quién ni por qué”.
Textualmente, el punto 12 señala que “al momento de recibir el disparo la víctima debió haber estado en posición rodilla a tierra” y que “esta altura, además, coincide con las manchas de sangre observadas en la escena y, en particular, la que se hallaba sobre la mesada del baño”.