El nuevo intento por detener la marea negra en el golfo de México, más de seis semanas después de que empezara el vertido de crudo, registró ayer un revés cuando la sierra utilizada para cortar el conducto dañado se quedó atascada en medio de las tareas, según informó el almirante Ted Allen.
La sierra pudo ser liberada después de 12 horas, pero la petrolera British Petroleum no reanudó las tareas dado que las sierras de diamante no tienen suficiente filo para el ducto, informó el diario «The New York Times».
El nuevo intento por detener el vertido era considerado como muy complicado y fue llevado a cabo con robots. El mecanismo colocado después de cortar el conducto debía servir para bombear el crudo a un barco en la superficie.
De acuerdo con el diario se usarán ahora, en reemplazo, grandes tijeras, de unos 30 centímetros, que demostraron ser exitosas en otras partes del ducto.
Por ahora no queda claro cuándo se podrá continuar con las tareas. Mientras, siguen fluyendo toneladas de petróleo por día al mar.
Debido a la actual operación la cantidad podría aumentar temporalmente incluso en 20 por ciento. El fluir continuo podrá detenerse para agosto, según BP, cuando dos perforaciones paralelas a la fuente, cuatro kilómetros por debajo del lecho marítimo, estén finalizadas.
Este miércoles, el petróleo llegó a diez kilómetros de las playas del estado norteamericano de Florida y alcanzará la localidad turística de Pensacola el viernes, según medios estadounidenses.
En Alabama ya se encontraron los primeros cúmulos de petróleo en la costa y también está amenazado el estado de Misisipi.
Hasta ahora, la catástrofe se limita a Luisiana, donde ya están contaminados más de 200 kilómetros de costa.
Varios métodos para detener la marea negra han fracasado en las últimas semanas.