Hace diez días el Ministerio de Economía junto al Indec presentó una medida inédita en el continente: el Indice Crianza (IC). Se trata de un novedoso indicador que busca visibilizar la totalidad de recursos que implica la manutención de los menores dentro del hogar, fijando un piso de gastos mínimos donde serán incluidas las horas de cuidado, además de los gastos que implican alimentar, vestir, trasladar y ofrecer recreación a las infancias y adolescencias.
Asimismo, con el Indice Crianza -que sería ajustado acorde a la inflación- se aporta una herramienta clave para que la Justicia pueda responder a uno de los grandes problemas actuales: el incumplimiento de la cuota alimentaria y la falta de penalización.
En diálogo con Carolina Villanueva, co fundadora y directora de Grow -Género y Trabajo-, analiza los principales alcances de este nuevo índice y a qué problemáticas urgentes intenta responder.
“El índice Crianza busca visibilizar todo lo que las mujeres hacemos en nombre del amor y la maternidad y que no está monetizado: el tiempo dedicado a las tareas de cuidado. Al mismo tiempo, espera mejorar una distribución de gastos más igualitaria entre las partes cuidadoras ya sea con parejas que se encuentran viviendo en un mismo hogar, o bien con parejas que se encuentran separadas”, introduce Villanueva.
Con este nuevo índice, dice que también “se espera que la Justicia cuente con un indicador certero de gastos integrales y actuales de lo que implica la crianza de uno o más hijos y, sobre todo, que aplique medidas punitivas para aquellos que no cumplan con la cuota fijada”.
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—Desde diversos espacios feministas se suele afirmar que las mujeres se empobrecen cuando se convierten en madres. ¿Cómo se mide este empobrecimiento y cuál es tu opinión al respecto?
—Está demostrado que las mujeres son las que dedican la mayor cantidad de tiempo a las tareas de cuidado. En datos, puedo decir que por día, una mujer argentina dedica 7 horas, 40 minutos a las tareas de cuidado. Esas horas, por lo tanto, ya no pueden dedicar al mercado productivo para poder generar ingresos. Si bien, por fuera de esas 7 horas muchas mujeres trabajamos, no contamos con la misma calidad de trabajo ni la misma posibilidad de inserción laboral que nuestros pares varones.
Demandas por falta de pago de cuota alimentaria
Desde el área de Economía, Igualdad y Género del Ministerio de Economía, se dijo en conferencia de prensa el día de presentación del IC, que uno de los principales problemas es la falta de cumplimiento de pago de cuota alimentaria. Y en este sentido existe un problema encadenado: el desconocimiento acerca de qué incluir y cómo calcular el valor real de una cuota alimentaria por parte de la Justicia.
En este marco, una estadística de Unicef del 2021 realizada en conjunto con el área de Economía, Igualdad y Género del Ministerio de Economía arrojó un dato alarmante: el 50,2 por ciento de los hogares mono marentales de todo el país no había recibido en los últimos 6 meses el pago de gastos de manutención de los hijos. En tanto, un 12 por ciento dijo que a veces recibía y a veces no.
Por su parte, Sol Prieto, directora nacional del área de Economía, Igualdad y Género del Ministerio de Economía, reafirmó hace unos días que “uno de los principales problemas que los jueces alegaban hasta el momento es desconocer el costo de crianza de un niño o niña”. Por eso, resaltó que, con el nuevo índice, se buscará conformar “un valor de referencia” para que el monto fijado de la cuota alimentaria se corresponda con los gastos y el uso del tiempo en cuidados de crianza de una manera más acertada.
La relación entre la maternidad y el mercado laboral
Desde Grow -Género y Trabajo- afirman que, a mayor cantidad de hijos, las mujeres tienen menor capacidad de participación en el mercado laboral. En cambio, en el caso de los varones, la relación entre paternidad y disponibilidad para participar del mercado laboral no se ve afectada.
El detalle en números. “La tasa de actividad de las mujeres y varones que no tienen hijos tiene una brecha a favor de los varones de 15 puntos porcentuales, que va en aumento con la llegada de los hijos. Con un solo hijo, la brecha aumenta al 20 por ciento, con dos hijos al 35 por ciento, y con 3 hijos la brecha se aleja al 37 por ciento”, detalla Villanueva.
“Hay 37 puntos porcentuales de diferencia en la tasa de actividad de mujeres y varones con tres hijos. Esto significa que a los varones no les modifica su relación con el mercado laboral una vez que se convierten en padres. En cambio, a las mujeres sí. Cada hijo nos aleja más del mercado laboral, por lo tanto, sin dudas la maternidad nos empobrece”, resume Villanueva.
En definitiva, se espera que, con esta estimación que es pionera a nivel continental, se equipare la deuda histórica con las mujeres y se visibilice el trabajo de cuidados no remunerado que hasta no hace mucho tiempo era llamado “amor”.
Las claves: cómo se conforma el IC
La metodología de cálculo incluirá los bienes y servicios básicos necesarios para proporcionar alimento, vestimenta y educación a las infancias y adolescencias del hogar, además de las tareas de cuidado que requieren las personas menores de edad para su desarrollo integral.
“El índice representa el fin de la ilusión de evasión de aquellos que van a un acuerdo de conciliación en la Justicia y dicen que no hay herramientas para establecer un criterio que garantice alimentos y educación”, asumió Sergio Massa, en la conferencia de presentación del IC.
Y en este sentido, el ministro de Economía pidió a la Corte Suprema de Justicia que, «a partir de la publicación del Índice de Crianza, saque una Acordada que establezca como obligatoria su aplicación por parte de la Justicia de familia para que nosotros asumamos la responsabilidad de dar certeza, la Justicia asuma la responsabilidad de dar certeza, los papás cumplan con sus obligaciones”.
Según se expresó en la conferencia de presentación del IC el pasado 8 de marzo, el Indec ya se encuentra trabajando en este cálculo de actualización.
Escrito por Laura Gambale- Noticias Argentinas
