Un grupo de 86 científicos y científicas de la Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES) realizó un informe que revela la existencia de 3.500 especies exóticas invasoras dañinas, que amenazan gravemente la naturaleza, las contribuciones de la naturaleza a las personas y la buena calidad de vida.
Este “Informe de Evaluación sobre Especies Exóticas Invasoras y su Control” fue elaborado por expertos de 49 países que trabajaron durante más de cuatro años y medio y contó con la autoría de cinco científicos y científicas del Conicet: Evangelina Schwindt, del Instituto de Biología de Organismos Marinos (IBIOMAR, Conicet); Carolina Morales, Victoria Werenkraut y Martín Núñez, del Instituto de Investigaciones en Biodiversidad y Medioambiente (INIBIOMA, Conicet-UNCo), y Romina Fernández, del Instituto de Ecología Regional (IER, CONICET-UNT).
“Tenemos la urgencia de trabajar en conjunto con todos los países para abordar esta problemática que es compleja y que interactúa con otros impulsores de pérdida de biodiversidad, como el cambio climático, el cambio en el uso de la tierra o la polución. Al ser una problemática compleja requiere de soluciones integrales que demandan trabajar en conjunto”, expresa Schwindt, una de las coordinadoras del capítulo 5 del informe, que hace foco en el manejo de especies exóticas invasoras y su control.
Por su parte, Núñez asegura: “La principal conclusión del informe es que el impacto de las especies exóticas invasoras es muy grande, no sólo al nivel de la extinción de especies, sino también por los importantes costos económicos que trae aparejados, así como por sus graves efectos sobre la salud humana. Pero también el informe da cuenta de que se trata de un problema evitable. Si bien hay muchos ejemplos de buen manejo de especies, lo principal siempre es la prevención”.
Según los especialistas, uno de los ejemplos más claros del daño de las especies invasoras es la introducción de los mosquitos que causan dengue, zika, que tiene un alto impacto en lo económico y en la calidad de vida de la población: “Si bien es muy difícil pensar en una erradicación, sí podemos pensar en el control”, aseguran.
Núñez fue uno de los coordinadores del capítulo 4, en el que se determinan los impactos de las especies invasoras, que han colaborado con el 60 % de las extinciones mundiales registradas y sido las causantes exclusivas del 16 % de las extinciones globales.
Además de los especialistas ya mencionados, trabajaron como autores colaboradores en distintos capítulos otros científicos y científicas del Conicet como Alejandro Bortolus y Nahuel Policell (IPEEC, CENPAT, Conicet), Ricardo Gürtler (IEGEBA) y Sergio Zalba (UNS). Además, hubo contribuciones de otros especialistas argentinos, como Dolores Ardanaz, Stefanie Buchter, Ramiro Crego, Virginia Duboscq y Natalia Joelson, entre otros.
El costo económico global de las especies exóticas invasoras superó los 423 mil millones de dólares anuales en 2019 y los costos se han cuadruplicado cada década desde 1970
“Los científicos argentinos hemos estado en diferentes etapas de todo este proceso, ya sea como coordinadores de capítulos, autores líderes de esos capítulos, y otras personas como revisores y fellows. Tenemos una gran lista de investigadores e investigadoras que han colaborado en diferentes partes, con secciones de su expertise, que contribuyen a la calidad del producto”, destaca Schwindt.
El trabajo muestra que el 34 por ciento de los impactos de las invasiones biológicas se reportaron en las Américas, el 31 en Europa y Asia Central, el 25 por ciento en Asia y el Pacífico y alrededor del 7 por ciento en África. La mayoría de los impactos negativos se reportan en los ecosistemas terrestres (alrededor del 75 por ciento), especialmente en bosques, zonas arboladas y áreas cultivadas, y una cantidad considerablemente menor en hábitats de agua dulce (14 por ciento) y marinos (10 por ciento).
Además, la investigación expresa que las especies exóticas invasoras son más dañinas en las islas y que el número de plantas exóticas ahora supera el número de plantas nativas en más del 25% de todas las islas.
Un resumen del informe, dirigido a tomadores de decisiones y realizado por 18 de los especialistas (entre los que figuran Núñez y Schwindt), fue aprobado recientemente en Bonn, Alemania, por representantes de los 143 Estados miembros de IPBES. El informe revela que, junto con cambios dramáticos en la biodiversidad y los ecosistemas, el costo económico global de las especies exóticas invasoras superó los 423 mil millones de dólares anuales en 2019 y los costos se han cuadruplicado al menos cada década desde 1970. “En este sentido, observamos que los costos están claramente subestimados.
Hay que tener en cuenta que nosotros usamos solo datos publicados, cuando la mayoría de los costos no se publican, y solo nos basamos en datos que eran muy confiables”, señala Núñez.
“Este informe es para llevarlo al territorio de todas las regiones, para trabajarlo e implementarlo y que sirva para tomar medidas. Es muy importante entender que el costo de no hacer nada es mucho más alto. Hay metas a cumplir acordadas por los gobiernos para disminuir la introducción y el establecimiento de especies exóticas invasoras en al menos un 50 % para 2030. Esta meta es muy ambiciosa, pero hay soluciones para trabajar en esto y poder alcanzarlas, concluye Schwindt.
La participación de los investigadores y las investigadoras del Conicet fue fundamental para la representación de Latinoamérica en la elaboración de este informe global.