La organización separatista armada vasca ETA hizo público un nuevo comunicado, a través de un medio local, en el que expresa su disposición a reunirse con los mediadores internacionales para estudiar los pasos necesarios para una solución democrática al conflicto vasco, incluidos los compromisos que debe adoptar el propio grupo.
El comunicado llega dos semanas después de que ETA anunciara el cese de sus acciones ofensivas en una declaración que el gobierno español consideró insuficiente, puesto que no respondía a la exigencia de abandono definitivo de la violencia.
En la misiva del 5 de septiembre, la organización separatista tampoco respondió al pedido de su propio entorno político, Batasuna, ni de la comunidad internacional, que en la llamada Declaración de Bruselas de marzo de 2010 exigió a ETA un alto el fuego permanente y verificable.
Entre los firmantes de la mencionada declaración figuran la Fundación Mandela, los premios Nobel de la Paz Desmond Tutu, Frederik De Klerk, Mary Robinson y John Hume, y el ex primer ministro irlandés Albert Reynolds, con quienes ETA está dispuesta a sentarse a dialogar, según afirma su último comunicado.
El grupo armado no anuncia explícitamente que vaya a comprometerse con una tregua permanente y sujeta a verificación, aunque dice que quiere analizar conjuntamente los pasos necesarios para una solución democrática al conflicto vaco, incluidos los compromisos que debe adoptar la propia ETA.
Según la organización la superación «definitiva del conflicto» vasco pasa por una «solución que debe ser firme inevitablemente, construirse en torno a compromisos multilaterales y desarrollarse a través del diálogo y de la negociación».
Hace falta, más que pasos parciales, una propuesta integral que recoja las raíces del conflicto y desate sus nudos», añade el grupo armado, que recuerda las profundas razonas políticas que lo llevaron a enfrentarse a los estados español y francés durante 52 años, con el saldo de más de 800 víctimas mortales.
«Es difícil entender la lucha armada en Europa, pero no es más difícil de entender que a los ciudadanos vascos se les niegue el derecho a decidir su futuro libre y democráticamente», pregunta el grupo terrorista.
«Frente a la cerrazón de España y Francia, ETA hizo zarpar de nuevo el barco de la oportunidad para la resolución democrática del conflicto. Y tomó la primera decisión sin echar el ancla, con disposición a navegar en aguas más profundas», explican los separatistas sobre su disposición a seguir avanzando a pesar de la desconfianza expresada por parte del gobierno español.
Con el nuevo comunicado, ETA busca ayuda internacional para que el gobierno español se siente a negociar después de que su primera misiva de tregua fuera recibida con indiferencia desde el Ejecutivo.
Desde el gobierno no hubo una respuesta oficial al nuevo comunicado, y fuentes gubernamentales expresaron que la posición no cambió respecto a ETA, a la que le exigen el cese incondicional y definitivo de la violencia.
En más de cinco décadas, la organización separatista declaró una decenas de treguas. El 24 de marzo de 2006, se abrió un proceso de diálogo con el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, que se rompió el 30 de diciembre del mismo año cuando la organización separatista hizo estallar una camioneta bomba en un estacionamiento de la Terminal 4 del aeropuerto madrileño de Barajas causando la muerte de dos inmigrantes ecuatorianos.