El expolio nazi de obras de arte suma un nuevo capítulo en las cortes judiciales de Estados Unidos: nueve descendientes de un coleccionista judío reclaman la restitución y medidas por daños y perjuicios por el cuadro La cueillette des olives (1889), de Vincent Van Goh, vendido en secreto por el Metropolitan Museum of Art de Nueva York (MET) a la Fundación del magnate naviero griego Basil Goulandris de Atenas en 1972.
La obra en cuestión, un cuadro de 73,5 por 92,5 centímetros que se encuentra actualmente en la Fundación Basil & Elise Goulandris de Atenas, fue vendido en secreto por el MET en 1972 para evitar enfrentar reclamos de restitución. El cuadro había sido adquirido en 1956 por el importante museo a Vincent Astor, según informa el medio estadounidense Courthouse News y el británico The Art Newspaper, entre otros.
Los nueve herederos de Hedwig Stern, casada con Fritz Stern, un coleccionista de origen judío alemán, huyeron a finales de 1936 de la persecución nazi de Munich (Alemania) y se radicaron en Berkeley, California (Estados Unidos). Ahora demandan al museo y a la fundación creada en 1979 por la restitución y compensación monetaria del expolio ejercido por los nazis sobre los bienes de sus familiares, entre los cuales se encuentra la pintura del célebre pintor postimpresionista confiscada por el Tercer Reich.
La demanda fue presentada por estos días ante el Tribunal de Distrito del Norte de California, en Oakland (Estados Unidos) y en ella los herederos Judith y Deborah Silver, Kofi, Sekai y Mary Lee; Walter y Daniel Henrickson; y Dorit e Ilan Marcks señalan que el museo y la Fundación (que lo exhibe en Atenas) tenían conocimiento del origen del cuadro, cuyo valor de venta por parte del MET fue superior a los 75 mil dólares, aunque se desconoce el precio real de la transacción.
A su vez, los demandantes señalan que los Goulandris «ocultaron el cuadro durante décadas», y en la solicitud que acciona contra ambas instituciones, el importe por daños se corresponde al valor de la pintura, además del pedido de devolución de la pieza.
El cuadro, cuyo título traducido es La recolección de las aceitunas y fue realizado en Arles (Francia) por uno de los pintores más relevantes y cotizados (aunque no en vida) de la modernidad europea, tuvo distintos propietarios según datos de procedencia publicados por la fundación griega, entre ellos Alfred Wolff, J.K. Thannhauser, Vincent Astor y M. Knoedler (1955-1956).
En la demanda de trece páginas consta que la Gestapo le prohibió al matrimonio Stern exportar sus obras de arte y la pintura en disputa, y que su antiguo abogado, Kurt Mosbacher, fue nombrado fideicomisario para liquidar los bienes, vendiendo el Van Gogh en 1938 y un cuadro de Pierre Renoir al coleccionista alemán Theodor Werner. Pero, en enero de 1939, se les confiscaron todos los bienes, así como la indemnización económica que Werner les había concedido. Y recién en 1955, el coleccionista alemán restituyó una obra de Gustave Courbet a Hedwig Stern, pero no así el Renoir ni el Van Gogh, por los cuales nunca tuvo compensaciones a pesar de los reclamos realizados entre 1948 y 1955.
Por otro lado, los herederos creen que el entonces conservador jefe del MET, Theodore Rousseau, uno de los expertos mundiales sobre el saqueo nazi, conocía bien los orígenes del cuadro y aún así permitió su venta. Lo que se desprende de la demanda es que la información de los archivos del experto en el MET serán de acceso público recién en 2073, a cien años de su muerte.
Se trata del segundo reclamo por expolio nazi sobre una pintura de Van Gogh realizado este mes, ya que el 13 de diciembre, los descendientes del banquero judío alemán Paul von Mendelssohn-Bartholdy de Berlín, que tuvo que vender siete cuadros de van Gogh bajo presión nazi, presentaron una demanda contra la compañía de seguros japonesa Sompo Holdings por la devolución de Sunflowers (1888), en Illinois.
La cueillette des olives estuvo exhibido este año en el Museo Van Gogh de Ámsterdam (Países Bajos) con permiso de la fundación griega y actualmente se encuentra en el museo en Atenas de la entidad inaugurada en 2019 según el medio especializado Artnet.
Según The Artnewspaper la Fundación no recibió ninguna notificación oficial ni acción por la pintura, y por otro lado, señalan que el equipo de prensa del museo no respondió a las consultas efectuadas sobre la presentación judicial particular, aunque indican que un portavoz sostuvo que no existió constancia en el MET de que que el cuadro perteneciera a los Stern y que la obra entró en la colección y se retiró de la misma legalmente dentro las directrices y políticas del museo.
El reclamo es por la devolución de la pintura, el beneficio de la venta obtenido por el museo, y por daños y perjuicios por el valor del cuadro en el mercado que a esta altura podría ser de varios millones de dólares.