La tabla de promedios siempre genera angustia. El hincha sufre. Incluso preferiría no pelear el descenso por encima de aspirar a un título. Y en el Parque Independencia esa sensación de incertidumbre ya está instalada, con cierta dosis de pesimismo en algunos, y con el deseo de no penar en otros.
En la última década Newell’s atravesó dos veces esa lucha con la tabla de abajo. La primera en el torneo 2007/08, con Ricardo Caruso Lombardi como DT. En esa temporada estuvo bastante tiempo en zona de descenso directo (se iban dos) o entre los dos que jugaban promoción. Pero zafó, con una campaña de 56 puntos (49 por ciento de efectividad).
La otra etapa complicada fue en 2012/13, con Gerardo Martino en el banco. Primero hubo un buen semestre de 32 puntos, pero igual arrancó último junto a Independiente. La historia tiene un final conocido: 36 y 39 puntos, una efectividad del 75 por ciento, y un título.
Ahora la situación tiene un poco más de margen. La asfixia en este torneo no es tanta. Newell’s está hoy a 16 puntos de Belgrano, el último que desciende, y con diez partidos por delante, el margen no hace pensar en complicarse. Pero todo lo que se sume en las diez fechas restantes será clave para la temporada 2019/20. Ahí sí habrá una situación de apremio importante.
Newell’s hoy arrancaría entre los peores, con 45 puntos. Si ahora descienden Tigre, Patronato, San Martín y Belgrano, la Lepra tendría debajo a Gimnasia (42), Lanús (44) y los dos que asciendan (hoy son Sarmiento y Chicago). En esa zona de angustia hoy están también San Juan (47), Central (50), Argentinos (51) y Estudiantes (54). Y podría sumarse el Belgrano que comanda Diego Osella (52) si no desciende este torneo.
La situación es para prestar atención. Sumar en el inicio de 2019 puede ser la diferencia entre descender o zafar. Por eso definir el técnico esta semana es prioritario. También sumar buenos refuerzos. No se admite más pérdida de tiempo.