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Nunca claudicar: el Rojinegro de Heinze mostró en Victoria el ADN del Gringo

En el último partido ante Tigre el equipo, quizás, jugó el mejor partido de este ciclo. La Lepra pudo y supo mantener la idea del técnico. Y no ganó por esas cosas del fútbol. Pero el camino a seguir es ese para que los resultados lleguen solos

“Voy a hacer lo mismo que cuando vine antes. Con mucha pasión y esfuerzo. Daremos todo lo que podamos. No creo que tenga que decirle algo al hincha, primero porque nunca me gustó, pero no se va a apartar de lo que hice antes”, fueron las primeras palabras de Gabriel Heinze en su presentación allá por noviembre como entrenador de Newell’s.

Con la llegada del Gringo el hincha rojinegro se ilusionó y mucho. Razones no le faltaba. Sentido de pertenencia. Buenos antecedentes dirigiendo a Argentinos y Vélez daban credenciales suficientes para contar con un equipo competitivo.

De todas formas el inicio no fue el ideal para Heinze y sus muchachos. Eran más dudas que certezas. Al Gringo le costó imponer su idea. Esa que tiene como bastión fundamental la presión constante, el ataque vertical, la dinámica y el hecho de nunca claudicar.

Los partidos pasaban y al equipo le costaba aplicar el plan del DT. Ganaba, perdía o empataba sin términos medios. Por momentos abusaba de la posesión, por otros se mostraba sólido. Pero nunca dejó de insistir.

El Gringo es un técnico muy pasional. Vive los partidos como ninguno. Los siente y los padece. También los disfruta. Aplaude a sus jugadores en señal de que todo está bien. Lamenta los goles perdidos. Heinze es una verdadera montaña rusa.

En el último partido ante Tigre el equipo, quizás, jugó el mejor partido de la era Heinze. Newell’s pudo y supo mantener la idea del técnico. En Victoria se notó el ADN del Gringo en cada pelota, en cada situación. La Lepra no salió en ganador (fue empate 2-2) por esas cosas que tiene el fútbol, que lo hace el deporte más apasionante de todos.

El Rojinegro, en grandes pasajes del encuentro, minimizó al rival, que ya viene trabajando un sistema de juego desde hace rato.

“Nosotros vamos a seguir trabajando de esta forma, tratando de hacer las cosas lo mejor que podamos y metiéndole muchas ganas. Sabemos en qué club estamos y la exigencia que tiene Newell’s”, dijo Heinze en Victoria. Ese es sin dudas el camino a seguir. De a poco el equipo va mostrando el gen del Gringo. Y seguramente los resultados van a llegar solos.