En el marco de un nuevo aniversario por la conmemoración del “Día de la Bandera”, el Monumento vivió un clima de fiesta y color. La gente se fue acercando desde las primeras horas de la mañana para celebrar un aniversario más y esperar la llegada de la presidenta Cristina Kirchner.
Más allá de las decenas de banderas partidarias en apoyo a la presidenta, las familias rosarinas llegaron en gran número al acto con las clásicas banderas celestes y blancas que predominaron en las adyacencias del Monumento.
El único episodio desafortunado se produjo en el arranque del acto, cuando diferentes organizaciones oficialistas cantaron contra en el gobernador Hermes Binner. A eso, Cristina respondió con un gesto de silencio porque nada tenía que ver la situación política actual con la celebración de una fecha patria.
Cuando el acto llegaba a su fin, cerca de las 14.30, la gente comenzó a acercarse al palco de la presidenta para saludarla. Cristina alzó en brazos a una pequeña, jugó con una pelota que le tiraron desde el público y hasta mostró una camiseta de Rosario Central que le regaló un fanático. A su lado, Binner y Lifschitz se mostraron divertidos con la situación.
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