El presidente de Estados Unidos, Barak Obama, afirmó hoy que su gobierno «seguirá siendo amigo de Egipto», luego de la renuncia de su mandatario y fiel aliado a la Casa Blanca durante 30 años, Hosni Mubarak.
El jefe de Estado norteamericano dio un breve discurso en el que instó por una transición pacífica que «incluya a todas las partes» en el país árabe.
«El pueblo de Egipto ha hablado; su voz ha sido escuchada y Egipto nunca será el mismo», dijo Obama en su primera reacción pública a la renuncia, este viernes, del presidente egipcio Hosni Mubarak, después de 18 días de protestas populares masivas. «Al dimitir, el presidente Mubarak ha respondido al hambre de cambio del pueblo egipcio», añadió Obama.
«Los egipcios han dejado claro» que no quieren nada menos que «una democracia genuina», agregó Obama, que elogió a los militares egipcios por proteger el país.
Ahora, le toca a las fuerzas armadas garantizar una transición política «creíble a los ojos del pueblo egipcio», dijo Obama, advirtiendo no obstante que «se avecinan días difíciles».