El presidente estadounidense Barack Hussein Obama advirtió ayer que un default de su país será como una “bomba nuclear” económica que desatará un “caos demencial y catastrófico”, en medio del extendido temor internacional a una suspensión de pagos. Aunque se mostró abierto a negociar, el propio jefe republicano de la Cámara de Representantes, John Boehner, le echó la culpa: “La actitud del presidente de «o se rinden o no negocio» es inadmisible”, exclamó.
En conferencia de prensa en la Casa Blanca, Obama reiteró que está dispuesto a negociar con los republicanos sobre cualquier aspecto de política económica o doméstica, pero siempre y cuando el Congreso apruebe primero un aumento del techo de la deuda antes del 17 de octubre, así como una ley de presupuesto.
El mandatario demócrata abordó los dos mayores problemas que atraviesa el país: el cierre de la administración del gobierno iniciado el 1º de octubre por falta de presupuesto y el peligro de que el Congreso no acuerde un aumento del techo de la deuda antes del vencimiento del plazo.
Los republicanos pretenden para votar el presupuesto una demora en la aplicación de la ley de reforma de salud y exigen recortes de gasto como contrapartida para votar suba del techo de deuda, demandas que el mandatario volvió a rechazar de plano.
Bohener dijo sentirse “decepcionado” por la negativa de Obama a negociar. “No podemos ampliar el techo de la deuda sin hacer nada para arreglar lo que nos lleva al endeudamiento”, añadió.