El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, condenó este sábado el tiroteo en Arizona, en el que la legisladora Gabrielle Giffords resultó gravemente herida y varias personas murieron. Dijo que fue una «tragedia incalificable» y un acto de violencia «sin sentido».
Una portavoz de un hospital en Arizona dijo que Giffords se encontraba viva y estaba siendo operada, después de informes de medios locales que habían indicado que la legisladora había muerto tras los disparos.
Obama señaló en un comunicado que la congresista había sido «gravemente herida», y que algunas víctimas de los disparos habían muerto.
«Esta mañana, en una tragedia incalificable, un número de estadounidenses fueron baleados en Tucson, Arizona, en una reunión con la congresista Gabrielle Giffords,» dijo Obama en una declaración escrita. «Y mientras seguimos recibiendo información, sabemos que algunos han fallecido y que la representante Giffords está gravemente herida», agregó el mandatario.
«Aún no tenemos todas las respuestas. Lo que sí sabemos es que un acto de violencia tan insensato y terrible no tiene cabida en una sociedad libre», dijo Obama. «Pido a todos los estadounidenses unirse a mí y a Michelle para mantener a la representante Giffords, a las víctimas de esta tragedia, y a sus familias en nuestras oraciones», concluyó.
Giffords y al menos otras nueve personas recibieron disparos de un hombre en una tienda de comestibles en Tucson, donde la legisladora demócrata realizaba un acto público llamado «Congress on Your Corner» («El Congreso en Tu Esquina») con los electores.