El papa Francisco, luego de su visita a Cuba, desembarcó ayer en Washington para iniciar una histórica gira de seis días a Estados Unidos en la que se reunirá con el presidente Barack Hussein Obama, hablará ante el Congreso y pronunciará un discurso ante la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Al pie de la escalerilla del avión, Francisco fue recibido por el presidente Obama, su esposa Michelle y sus dos hijas, y numerosos obispos, incluyendo el cardenal Donald Wuerl, de la arquidiócesis de Washington.
Se trata de la primera visita de Francisco a Estados Unidos. El anterior papa que viajó al país fue Benedicto XVI en 2008. Paulo VI fue el primer pontífice a pisar suelo estadounidense, en 1965, y Juan Paulo II tiene el récord, con siete visitas.
El primer compromiso oficial en Washington será una visita a Obama en la Casa Blanca, en la mañana de hoy.
En tanto, mañana, será el esperado discurso ante las dos cámaras del Congreso estadounidense, donde además deberá usar un balcón para saludar a una multitud que se estima en 50.000 personas.
Francisco finalmente se reunirá con representantes de grupos católicos de caridad, antes de trasladarse a Nueva York.
Disidentes cubanos
En Papa llegó proveniente de Cuba. En la isla estuvo 72 horas, pronunció tres misas (dos de ellas campales) y se reunió con el líder cubano Fidel Castro y con el presidente, su hermano Raúl, pero no recibió a ningún disidente.
Al respecto, dijo durante el vuelo a Washington, que la iglesia cubana les avisó a los disidentes políticos y sus representantes. «No estaba prevista ninguna audiencia con los disidentes ni con otros», agregó el pontífice, saliendo así al cruce de críticas. Y dijo que sí les había dicho que los saludaría como a todos.
Mayoría del país protestante pero con escalada de católicos
Los católicos en Estados Unidos representan entre un 20 y 25 por ciento de la población, con un aumento los últimos años provocado por la migración, según un censo de la universidad Georgetown de Washington.
En 2015 los católicos suman 81,6 millones, incluyendo a aquellos que se declaran como tales aunque no van a la misa dominical, según un censo realizado por el Centro de Investigación Aplicadas (Cara) de esa universidad.
“Este es un grupo de fieles muy importante” comparado con los protestantes que, ciertamente, representan más de la mitad de la población pero están repartidos en numerosas iglesias, señaló a la AFP Mary Gautier, investigadora de Cara.
A los creyentes cristianos le siguen en número los judíos y musulmanes, respectivamente.
El 38 por ciento de los católicos estadounidenses son de origen latinoamericano, 3 por ciento son negros y 3 por ciento asiáticos. La Iglesia católica estadounidense es la más diversa en “términos de razas y de diversidad étnica”, según Gautier.
El número de fieles aumenta cada año cerca de 1 por ciento “en parte debido a la inmigración y en parte a la natalidad”.
El número de parroquias es de 17.300 este año, una cifra que va en baja desde los años sesenta pues muchos templos que estaban en bastiones de la inmigración católica europea, especialmente en el noreste y centro de Estados Unidos, cerraron sus puertas.
Por el contrario, las parroquias ubicadas en zonas del sur y del oeste irrigadas por la llegada de numerosos migrantes latinoamericanos “están llenas hasta el tope”.
Despedida con la virgen de la caridad del cobre
El papa Francisco abogó ayer por la “revolución de la ternura” y pidió “sembrar reconciliación” durante la misa que ofreció en un histórico templo que le pertenece a la Virgen de la Caridad del Cobre, la patrona de Cuba en la localidad de Santiago, en lo que fue su última homilía en la isla. Durante la misa que fue seguida por miles de personas, fuera del templo y también en las plazas, en donde se montaron televisores, Francisco volvió a pedir el “encuentro de los otros para compartir gozos y alegría, esperanzas y frustraciones”. También llamo a “cuidar” a la familia, que es el antídoto contra “la fragmentación y la masificación” que convierten a los hombres en “individuos aislados fáciles de manipular y de gobernar”.