El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, selló un acuerdo para evitar el default. Ahora debe ser aprobado porla Cámarade Representantes, donde la mayoría republicana puede hacerlo naufragar.
El mandatario agradeció a los ciudadanos por haber presionado a los legisladores del Congreso, como él mismo había pedido públicamente días atrás, a través de correos electrónicos y llamadas telefónicas en favor del aumento del techo de la deuda.
Además, Obama afirmó que el acuerdo incluye la reducción inmediata de un billón de dólares en gastos y no descarta, en una segunda fase, la posibilidad de algunas subidas de impuestos, aunque esto queda condicionado a posteriores negociaciones en los próximos meses.
Por último, el presidente Obama confesó que “no es el compromiso que hubiera preferido”. «Pero es un acuerdo que permita afrontar seriamente el problema del déficit y termina una crisis que hubiera tenido efectos devastadores», sostuvo.