El racismo está «profundamente radicado en nuestra sociedad, en nuestra historia», pero «no es más que como hace 50 años», dijo el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
De esta manera, el presidente estadounidese se refirió a los casos de Ferguson y Nueva York, y sostuvo que «la desconfianza entre las minorías y la policía no es un problema que se resuelve en una noche».
«Por dolorosos que sean estos incidentes no podemos comparar esto que sucede ahora con hace 50 años. Pregúntenle a sus padres o abuelos, les dirán que las cosas van mejor, no bien, mejor», manifestó.