El presidente estadounidense Barack Obama expresó al Dalai Lama su «fuerte apoyo» a los derechos humanos en Tíbet, durante un encuentro entre ambos en Washington, pese a la molestia que ello provocó en China, informó la Casa Blanca.
El Ejecutivo emitió una declaración sobre el encuentro entre Obama y el exiliado líder espiritual de Tíbet, cerrado a la prensa, así como una fotografía que muestra al mandatario estadounidense sin corbata escuchando respetuosamente al Dalai Lama, en la Sala de Mapas de la residencia presidencial.
«El presidente reiteró su fuerte apoyo a la preservación de las tradiciones únicas religiosas, culturales y lingüísticas de Tíbet y el pueblo tibetano a lo largo del mundo», indicó el texto.
Obama «subrayó la importancia de la protección de los derechos humanos de los tibetanos en China», agregó.
El mandatario también reafirmó que Estados Unidos considera a Tíbet como parte de China. Pekín ha insistido que el Dalai Lama es un secesionista, pese a que el premio Nobel de la Paz dice que acepta al gobierno chino y que solamente busca mayores derechos.
«El presidente enfatizó la importancia que asigna a la construcción de una asociación de cooperación entre Estados Unidos y China», indicó el comunicado, que agrega que «Obama también destacó que alienta un diálogo directo para resolver las persistentes diferencias, y que un diálogo que arroje resultados sería positivo para China y los tibetanos».
Por su parte, «el Dalai Lama afirmó que no está buscando la independencia de Tíbet y que espera que el diálogo entre sus representantes y el gobierno chino pueda reanudarse pronto», indicó el texto.
China sostuvo nueve rondas de conversaciones con los emisarios del Dalai Lama, la última de ellas en enero de 2010. Pero el diálogo no arrojó resultados tangibles, llevano a muchos tibetanos a creer que Pekín hace tiempo en espera de la muerte del monje de 76 años, con la esperanza de que sus llamados a obtener mayores derechos se desvanezcan con él.