Por Tiempo Argentino
Vigilados por un centenar de efectivos de Infantería de la Policía de la Ciudad, varias de las organizaciones que la semana pasada revelaron datos provisorios del Segundo Censo Popular de Personas en Situación de calle en la Ciudad de Buenos Aires procuraban instalar esta tarde una “carpa refugio” junto al Obelisco, con el objetivo de que las personas en situación de calle puedan pernoctar y acceder a una comida caliente. Pero nada es sencillo en el espacio público porteño, ni siquiera ayudar a quienes más lo necesitan.
La calle no es un lugar para vivir. Es evidente, no hace falta explicarlo, pero mientras el gobierno nacional no acciona ni se pronuncia –sino a través de sus trolls y sus energúmenos habituales para denunciar a Juan Carr y sus “operaciones k”–, el frío y la miseria combinados matan. Miguel Ángel Torrent, con 64 años a cuestas y dos en situación de calle, murió de hipotermia frente a la terminal de micros de Rosario y se convirtió en la sexta víctima de esta ola económica polar en menos de dos semanas. Ante la desidia, entonces, las organizaciones sociales que se ocupan de los sin techo y organizaciones sindicales que sí tomaron nota de la tragedia decidieron hacer lo que el Estado macrista no hace.
Pasadas las 16, sin embargo, la Policía de la Ciudad comenzó a hostigar a militantes de organizaciones que procuraban bajar colchones de un camión, generando un momento de fuerte tensión en la 9 de Julio. Dos personas fueron detenidas y todo indica que los efectivos tienen orden de evitar que la carpa sea instalada.
Pasadas las 16, sin embargo, la Policía de la Ciudad comenzó a hostigar a militantes de organizaciones que procuraban bajar colchones de un camión, generando un momento de fuerte tensión en la 9 de Julio. Dos personas fueron detenidas y todo indica que los efectivos tienen orden de evitar que la carpa sea instalada.