Un grupo de obispos de la Iglesia católica de Santa Fe expresó su «desconcierto y disconformidad» por las medidas dispuestas por el Gobierno provincial para evitar contagios de coronavirus, que entre otras actividades suspendió desde ayer y hasta el 21 de mayo las celebraciones religiosas en lugares cerrados.
Mediante un comunicado, los prelados indican su comprensión a «la necesidad de adoptar medidas sanitarias para luchar contra la pandemia», pero añaden que «debe ser aplicadas con el máximo respeto a los derechos y garantías consagrados por nuestra Constitución Nacional».
En ese sentido, el texto señala que «implica el diálogo y el trabajo conjunto de todos los actores de la sociedad» para «estudiar y encontrar las mejores alternativas».
Luego, agrega que «la religiosidad es el alma de los pueblos latinoamericanos, por eso la dimensión religiosa de la persona humana es un aspecto esencial del bienestar integral de la población».
«Las medidas y disposiciones que tomen las autoridades deberían atender siempre a su resguardo», añade, y luego asegura que las «comunidades cristianas han aprendido a cuidarse cumpliendo con todos los protocolos sanitarios».
Para los obispos, «sumar restricciones, no es la solución que nuestro pueblo espera y necesita para crecer en la responsabilidad personal y social».
El comunicado, que agradece «la gran vocación de servicio de todos los agentes de salud, trabajadores de la educación y agentes de seguridad», es firmado entre otros por el obispo de Rosario, Eduardo Martín, y el de Santa Fe, Sergio Fenoy.