El gobernador Maximiliano Pullaro recorrió este miércoles las instalaciones del Laboratorio Industrial Farmacéutico (LIF) en la ciudad de Santa Fe, donde se elabora repelente para mosquitos, cuya producción se incrementa cinco veces a partir de la puesta en marcha del programa Objetivo Dengue, la estrategia de prevención y concientización diseñada por el gobierno provincial para abordar la enfermedad tropical que se viene convirtiendo en endémica en otras latitudes.
El mandatario estuvo acompañado por la vicegobernadora Gisela Scaglia; la ministra de Salud, Silvia Ciancio, y por el secretario de Cooperación, Cristian Cunha, quienes recordaron que la estrategia diseñada por la provincia incluye una inversión de $700 millones para adquirir los insumos necesarios para multiplicar la elaboración de repelente en el LIF, así como para los gastos de producción; en tanto que estos repelentes se destinan a efectores públicos.
Respecto de la producción de repelente, durante todo 2023 el LIF elaboró 82.873 frascos, cifra que en lo que va de 2024 y con proyección a marzo de 2025 se quintuplicará, alcanzando las 450.000 unidades. Actualmente, el Laboratorio tiene una producción diaria promedio de 2.750 frascos y de 14.000 por semana (se trabajan 15 horas por día en doble turno) a un valor aproximado de $1.500 por unidad.
Repelente en cantidad y calidad
“Somos la provincia que más está invirtiendo en la compra de vacunas en Argentina”, destacó Pullaro tras la visita, y agregó: «Ahora estamos ampliando la cantidad de vacunas que compramos para poder vacunar también a las personas que nos cuidan. Y además ampliamos la cantidad de repelentes y la producción del LIF”. En ese marcó, el jefe de la Casa Gris pidió “a todos los santafesinos que vayan y se fijen que no haya ningún cacharro que acumule agua en cada una de sus casas, porque eso es lo que produce que el vector pueda aumentar”.
Por su parte, la ministra de Salud valoró el papel de la institución del Estado en la estrategia: “El refuerzo en la producción de un insumo necesario e indispensable para nuestro programa de Objetivo Dengue, para tener una producción acorde a la necesidad de la provincia de Santa Fe”. Ciancio saludó, además, “el trabajo enorme que está haciendo todo el equipo del LIF», al que reconoció: «Es uno de los grandes orgullos que tenemos los santafesinos”.
“Acá se produce un repelente que tiene un tiempo de acción mucho más prolongado de otros que están a la venta. Tenemos la tranquilidad de saber que este es un producto de calidad y que vamos a tener la cantidad suficiente en el momento que surjan los primeros casos de dengue en nuestra provincia”, resaltó la titular de la cartera sanitaria.
En tanto, el secretario Cunha marcó que el repelente «es un eslabón más dentro de un esquema interministerial» y sumó: «Como lo es la vacunación, los insumos y la maquinaria que compramos”. Pero subrayó que el esfuerzo tiene que tener un correlato «fundamental», que es “la toma de conciencia por parte de la población”.
Campaña de vacunación
En el marco de Objetivo Dengue, la semana pasada comenzó la campaña de vacunación contra la enfermedad transmitida principalmente por el mosquito aedes aegypti con los jóvenes de entre 15 y 19 años que residen en los departamentos 9 de Julio, San Cristóbal y General Obligado, y en áreas priorizadas de las ciudades de Rosario, Santa Fe y Rafaela. En una segunda etapa, se vacunará al personal de Salud, a policías y a bomberos, en una franja etaria que va de los 20 a los 39 años. Para ello, el gobierno provincial adquirió 160 mil dosis (80.000 esquemas completos) de vacunas contra el dengue Qdenga, del laboratorio Takeda Argentina SA, con una inversión de $4.500 millones.
Los operativos de vacunación se inscriben en el programa Objetivo Dengue, presentado por el gobernador Pullaro a principios de agosto, para el que se destina un presupuesto total de $8.000 millones. Es coordinado por la Secretaría de Cooperación de Gobernación, y aborda la problemática, priorizando la prevención y concientización sobre la enfermedad, en un trabajo conjunto entre los ministerios de Salud, Gobierno e Innovación Pública, Ambiente y Cambio Climático, Educación, e Igualdad y Desarrollo Humano, junto a municipios, comunas, instituciones y organizaciones sociales.
En este contexto, la estrategia diseñada prevé políticas públicas tales como vigilancia epidemiológica, promoción de políticas ambientales, gestión integrada del control vectorial, cuidado y atención del paciente, establecimiento de una red de laboratorios virológicos, y educación y comunicación para el cambio y corrección de conductas, en una estrategia social contra la propagación del mosquito transmisor.