Vecinos con todo tipo de problemas, obra clave paralizada, 65 telegramas de despido y una conciliación obligatoria no acatada por la empresa contratista Automat Argentina SA. Ése es el desolador panorama que rodea a la construcción del desagüe Espora, descripto como el proyecto hídrico más importante de la capital provincial, un arroyo subterráneo de 4 kilómetros para evacuar lluvias de casi una decena de barrios de la zona norte, donde residen más de 70 mil personas.
En el marco del conflicto este martes se concretó una nueva audiencia en el Ministerio de Trabajo de la provincia. Estuvo presente el propio ministro Julio Genesini, ediles de diferentes bloques del Concejo santafesino y representantes de la Uocra, pero volvieron a faltar representantes del municipio.
Los trabajos se licitaron a fines de 2016 con financiamiento del gobierno nacional, que inscribió al desagüe Espora en el Plan Norte, como parte del Plan Director de Desagües Pluviales del Instituto Nacional del Agua (INA). Con un presupuesto de 200 millones de pesos, los trabajos avanzaron hasta el mes pasado, cuando se paralizaron.
El gobierno de la ciudad responsabiliza a la empresa Automat por la situación, pero la contratista de Buenos Aires acusa al municipio de no pagar en tiempo y forma.
La empresa había cotizado un monto menor al presupuesto, pero en el marco de la paralización el Ejecutivo local, al mando del intendente José Corral, le concedió una actualización de 40 millones de pesos.
La primera señal de alarma se encendió a principios de agosto, cuando los trabajadores no percibieron la segunda quincena de julio. El miércoles 8 fueron al paro, días después se confirmó la suspensión de la obra. Desde allí todo empeoró.