Estados Unidos detalló ayer las nuevas sanciones contra los sectores financiero y energético de Rusia, entre ellos el principal banco del país, Sberbank, y el gigante petrolero Gazprom, el primer proveedor energético de Europa, en respuesta a la actuación de Moscú en la crisis ucraniana. La idea es ahogar a las grandes empresas rusas al quitarle acceso a financiamiento y bloquearle todo tipo de asistencia técnica. Además, también la Unión Europea (UE) puso en marcha nuevas sanciones contra Rusia que limitan su acceso a los mercados de capital.
Transneft, una de las principales compañías energéticas del mundo, y las gigantes petroleras Lukoil, Gazprom, Gazprom Neft y Surgutneftgas, también serán afectadas por esta nueva serie de sanciones, tal como lo había anunciado el jueves pasado el presidente estadounidense, Barack Hussein Obama.
“Ante la intervención militar directa de Rusia y su ostensible esfuerzo por desestabilizar Ucrania, hemos profundizado nuestras sanciones contra Rusia hoy (por ayer) junto con nuestros aliados europeos”, anunció el secretario del Tesoro de EE.UU., Jacob Lew, según la agencia AFP.
Estas últimas medidas que Washington aplicó contra Rusia incluyen restricciones para el financiamiento de los grupos energéticos Lukoil, Gazprom, Gazpromneft y Surgutneftgas, al igual que para el grupo estatal tecnológico Rostec.
Estos castigos siguen a otra serie de acciones tomadas por la UE para presionar la economía rusa.
Estados Unidos prohibirá ahora a las entidades del país otorgar financiamientos que no sean de corto plazo a las firmas rusas incluidas en la lista, en una decisión que podría impactar los negocios y previsiones a largo plazo.
Por ejemplo, un ciudadano o una compañía estadounidense no tienen autorizado prestar dinero a Sberbank por más de 30 días, y una restricción similar y por igual periodo fue aplicada para las transacciones con Rostec.
En lo que respecta a Lukoil, Gazprom y Surgutneftgas, las entidades estadounidenses tienen prohibido brindar cualquier tipo de apoyo, sea material o tecnológico, en proyectos de exploración gasífera o petrolera en el Ártico, en alta mar o recursos basados en el esquisto.
Las mismas medidas fueron aplicadas al gigante petrolero Rosneft, que ya había sido incluido en una ronda de sanciones previa.
“El aislamiento económico y diplomático de Rusia seguirá creciendo mientras sus acciones no estén en acuerdo con sus palabras”, añadió Lew.
“La economía rusa ya está pagando un precio alto por su comportamiento violatorio. El crecimiento (del país) cayó a cerca de cero, la inflación superó ampliamente la meta y los mercados financieros rusos se siguen deteriorando”, detalló.
Estas nuevas sanciones occidentales fueron aplicadas una semana después de la entrada en vigor de una tregua entre Kiev y los rebeldes ruso hablantes en el este de Ucrania.
Putin dijo que estudia medidas de respuesta
El presidente ruso Vladimir Putin consideró ayer que “las sanciones, como instrumento de política exterior (son) poco eficaces y nunca tuvieron los resultados esperados”. Al margen de una cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghai en Dusambé, Tayikistán, el jefe ruso dijo que “piensa” en medidas de represalia y si “concluye que estas medidas corresponden a los intereses” de la economía rusa, se adoptarán.
Rusia ya replicó las sanciones europeas de julio pasado con una prohibición a determinados productos agropecuarios, crudos y alimentos de la Unión Europea (UE), EE.UU., Australia, Canadá y Noruega. La medida causó un gran perjuicio en vasta regiones, en especial de las regiones españolas afectados por la crisis económica. Pero además, Rusia mantiene la amenaza de restringir el sobrevuelo de su espacio aéreo a las aerolíneas europeas y de dejar de comprar automóviles comunitarios.
En tanto, el ministro ruso de Desarrollo Económico, Alexéi Uliukáev, adelantó que impugnarán las sanciones ante la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Bumerán sobre Exxon
Una de las empresas más afectadas podría ser la estadounidense ExxonMobil, publicó el diario español El País. En 2011 firmó un acuerdo de 3.200 millones de dólares (2.470 millones de euros) con la compañía pública rusa Rosneft de exploración en el Ártico. Exxon estaba analizando ayer el impacto de las nuevas limitaciones. Ambas compañías iniciaron el mes pasado las perforaciones. En sus sanciones de julio pasado, Washington limitó el acceso de Rosneft al mercado de capitales de EE.UU., pero no bloqueó sus activos.
Kiev quiere levantar un muro y Alemania le daría ayuda
El alcalde de la capital ucraniana, Vitali Klitschko, señaló que el paredón de 2.300 kilómetros que comenzó a levantarse en la frontera con Rusia no busca marcar una “diferencia entre los pueblos” sino más bien “tener protección frente a las agresiones” de los separatistas ruso hablantes del este, y le pidió a Alemania que coopere con su construcción.
“Nos alegraríamos mucho si contamos con el apoyo de todos los amigos de Ucrania”, dijo durante su visita a la alemana Berlín e insistió en la necesidad de incorporar la ayuda de los poderosos de Europa en el conflicto: “Cualquier tipo de ayuda por parte de Alemania sería bienvenida”.
El gobierno alemán, por su parte, mostró su comprensión por los planes de Ucrania. “La decisión de Ucrania de asegurar las fronteras es, como es natural, una decisión libre de Ucrania”, indicó la viceportavoz del gobierno alemán, Christiane Wirtz.
“Lo importante es poder evitar la entrada de nuevas armas y combatientes de apoyo a los separatistas”, añadió.