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Octubre también llega con presión para las reservas

El Central ya no luce con los dólares de otros tiempos, y tiene menos margen para intervenir en el mercado cambiario.

El viernes pasado se conoció que las reservas cayeron por debajo de los 35.000 millones de dólares. Pero no se trató de un dato estrictamente cierto. El propio Banco Central revisó la información del stock que había adelantado en las jornadas anteriores. De esta manera, surgió que ya el 17 de septiembre habían disminuido a 34.965 millones. Y desde la autoridad monetaria explicaron que el dato de reservas diario siempre se brinda “sujeto a revisión”.

Pero el dato que se divulgó el viernes reveló una merma todavía mayor. Tras haber caído 189 millones de dólares, las reservas finalizaron en 34.813 millones, retrocediendo a niveles que no se observaban desde febrero de 2007.

El pago del Bonar VII fue el factor principal que impactó en el nivel de reservas de septiembre, que acumula una merma de 1.865 millones de dólares. Pero no todo se explica por los pagos de deuda. También arrojó un saldo fuertemente negativo la intervención del Central en el mercado cambiario. Hasta el 17 de septiembre, último dato disponible, la entidad que preside Mercedes Marcó del Pont había tenido que vender 631 millones de dólares. Pero la semana pasada se tuvo que desprender de por lo menos otros 150 millones de dólares, por lo que las ventas de septiembre ya estarían en el orden de los 800 millones.

En los primeros nueve meses del año, tras la fuerte pérdida de septiembre, las reservas ya acumulan una disminución de 8.477 millones de dólares. Representa una notable disminución de 19,5 por ciento, lo que revela que el cepo cambiario tiene escasa efectividad para controlar la pérdida de dólares en poder del Banco Central.

Pero luego de tres trimestres de caída continua de reservas, las proyecciones para lo que vienen no son precisamente optimistas. Octubre, por lo pronto, apunta a ser otro mes en el que habrá nuevamente fuerte presión sobre las reservas del Central. Estos son algunos de los principales motivos:

Los vencimientos de deuda del mes que arranca mañana son significativos. No se trata de amortización de capital, como fue el caso del Bonar VII el 12 de septiembre, sino de pagos de intereses. A fines de esta semana será el turno de 204 millones de dólares de Boden 2015, mientras que el 17 de este mes el gobierno pagará otros 224 millones de dólares del Bonar X. De esta forma, los inversores estarán cobrando dólares en sus cuentas por el equivalente del pago semestral de intereses. Al menos una porción de estas divisas (entre un 60 y un 70 por ciento del total) se depositan a inversores fuera del país.

Tal como anticipó este diario hace dos semanas, las compras de paquetes turísticos y pasajes se aceleraron de una manera notoria, ante la expectativa de que el Gobierno aplique nuevas medidas que encarezcan los viajes al exterior. Podría ser un nuevo recargo para este tipo de transacciones o también un cupo para el gasto con tarjeta de crédito, al estilo venezolano. Algunos economistas también sugieren la posibilidad de la aplicación de un “dólar turista”, obviamente mucho más alto que el oficial. Esto encarecería los viajes al exterior, pero al mismo tiempo alentaría el ingreso de turistas extranjeros. Ante la aceleración de la demanda para viajar al exterior, el efecto es que se acelera la caída de reservas.

Como efecto inverso, los productores agropecuarios retrasan la venta de la cosecha de soja, ya que esperan una aceleración en la suba del dólar oficial después de las elecciones del 27 de octubre. En ese sentido, resulta conveniente mantener la cosecha en silos bolsa y vender más adelante, en vez de liquidar rápido los dólares y hacerse de pesos. El panorama se agrava si se tiene en cuenta que las tasas de interés en moneda local se mantienen por debajo del 20 por ciento, por lo que resulta más conveniente apostar al incremento de la divisa. Por lo tanto, al haber menos ingreso de divisas, el Central tiene menos margen para intervenir en el mercado cambiario. Este efecto se notó con toda claridad a lo largo de este septiembre que terminó.

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