El miércoles por la noche, mientras el seleccionado de fútbol local jugaba en la ciudad de Córdoba con su par de Brasil, una familia de San José de la Esquina vivió una verdadera odisea, ya que tres personas encapuchadas y armadas los sorprendieron en su vivienda, ubicada en el este de esa localidad del departamento Caseros y, luego de maniatarlos, cenaron y vieron el partido con sus víctimas como rehenes. En el entretiempo cargaron la camioneta del dueño de casa con electrodomésticos, elementos de cocina y hasta los regalos de casamiento que todavía conservaban. Y cuando terminó el partido se fueron, no sin antes cargar el LCD en el que habían visto el encuentro.
El asalto ocurrió el miércoles por la noche, en la localidad de San José dela Esquina, ubicada casi100 kilómetrosal oeste de Rosario. Las víctimas fueron una familia compuesta por una pareja y sus dos hijos de 7 y 10 años, que desde hace poco tiempo viven en una casa ubicada en el este de esa localidad, en un barrio relativamente nuevo en el que todavía no hay muchas viviendas.
Fuentes policiales indicaron que minutos antes de las 21 el dueño de casa, Alejandro P., fue con su esposa hasta el quincho a buscar algunas cosas, mientras sus hijos se quedaron en el comedor, a la espera del comienzo del partido entre Argentina y Brasil, que pensaban ver mientras cenaban.
Cuando estaba caminando de regreso a la vivienda, la pareja fue sorprendida por tres personas encapuchadas y armadas, que bajo amenazas la hicieron ingresar en la casa.
Una vez en el interior de la vivienda, le pidieron que les entregara todo el dinero que había en el lugar, que según los asaltantes “era mucho”, pero el hombre dijo que no había plata. Ante esto, los ladrones ataron a los hijos de la pareja, los sentaron en un sillón y los taparon con una frazada, pero como el menor de los niños dijo que se estaba ahogando, los llevaron hasta una habitación que hace las veces de depósito y los dejaron encerrados.
Tras esto, maniataron a la pareja en el comedor y, mientras uno de los ladrones los vigilaba, los dos restantes comenzaron a revisar toda la casa en busca de dinero y efectos de valor.
Les dijeron que se quedaran callados, pero en un momento uno de los hijos de la pareja gritó desde su lugar de encierro y su madre le contestó. Ante esto, uno de los asaltantes la golpeó con la culata de un revólver en la cabeza.
Mientras, otro de sus cómplices halló alrededor de 4 mil pesos en efectivo. Viendo que no había más dinero, optaron por empezar a buscar artículos electrónicos, parte de la vajilla (que incluyó un juego de cubiertos de alpaca, que recibieron en su momento, como regalo de bodas) y otros elementos de valor, que fueron dejados en la entrada de la casa.
Luego, con la pareja maniatada y sentada en sillas, de espaldas al televisor y sus hijos encerrados en una habitación, los ladrones comieron la cena que había preparado la familia, mientras miraron el partido.
En el entretiempo cargaron todo lo que pudieron en la camioneta F–100 de Alejandro, que estaba estacionada en el garaje. Y cuando finalizó el partido amistoso jugado en Córdoba, subieron al rodado una PC y la pantalla de LCD en la cual habían visto el partido y se dieron a la fuga.
Un rato más tarde, el hombre logró zafar de sus ataduras y, tras chequear que su esposa e hijos estaban bien, fue hasta la casa de un vecino para avisar del asalto ala Policía, ya que los delincuentes se llevaron los teléfonos celulares de la pareja y en la casa no hay línea de telefonía fija.
Un rato más tarde llegó al lugar personal de la comisaría 2ª de San José de la Esquina, que tras escuchar el relato de la familia comenzó a buscar a los asaltantes y también el rodado, que hasta anoche no había aparecido.