«Contamos con múltiple lotes en Villa del Lago. Entorno natural, con vista al lago San Roque». Así se promocionó este lunes una venta de parcelas en Facebook muy singular: los terrenos en cuestión, que se ofrecían a unos 800 mil pesos, están en una zona vedada a la especulación inmobiliaria por ser protegida por la municipalidad local, pero que ahora, luego de los incendios, en su mayoría intencionales, podría perder esa categorización.
La publicación fue borrada a las pocas horas porque numerosos usuarios atentos replicaron con fotos aéreas de la zona en la que se muestran las devastadoras consecuencias de las quemas de los últimos días sobre esa superficie.
Los terrenos que se ofrecían son de un sector dentro de una zona que fue anexada a Villa Carlos Paz hace casi dos años. Allí está la Torre El Pato, de la que se mostraba una foto en el aviso borrado, una zona protegida.
CARLOS PAZ
No pasó ni una semana del brutal incendio en la zona oeste del Lago San Roque y ya hay publicaciones que ofrecen terrenos en ese vasto sector.
(Este post se hizo Facebook este lunes y luego lo borraron) pic.twitter.com/GCaH0OAJo9— Andrés Ferreyra (@andyferreyra) October 6, 2020
Los incendios de estas semanas en Villa Carlos Paz afectaron unos 154 kilómetros cuadrados de bosque serrano dentro del Área Protegida (AP1) o Camiare (nombre que alude a una etnia del pueblo originario comechingón).
Ignacio Ibarra, ingeniero forestal y miembro de la Red de Restauración Ecológica de Argentina y del Cernar (Centro de Ecología de la Universidad de Córdoba), explicó que «los incendios locales afectaron el área municipal protegida, contigua a la ciudad. Es fundamental, debido a las funciones que cumple el monte: retiene el agua, conserva el suelo, flora y fauna autóctonas, pero además, mucha gente realiza en ella actividades recreativas y educativas».
Fernando Barri, biólogo y vecino de la localidad de Cuesta Blanca, aclaró que estas zonas deberían continuar siendo protegidas aún después del fuego. «No cambia el uso del suelo en las áreas que se han incendiado, están protegidas por la ley de Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos», explicó.
Un vecino preguntó
“Entorno natural, con vista al Lago San Roque”, decía la publicación de Facebook en el grupo «Villa Carlos Paz compra y venta». Un vecino se hizo pasar por interesado y mantuvo contacto con el vendedor, a quien le pidió fotos. La imagen que le envió fue de un terreno recientemente quemado, aún tapado de cenizas: “Eso es ayer. El lote es de $1.600.000”, le respondió el vendedor.
Varios otros residentes en la zona dijeron conocer al «desarrollista» que publicó los lotes. Su perfil, al cabo de las múltiples denuncias, fue eliminado en la tarde de este lunes. Los denunciantes alertaron que hay varias inmobiliarias de Villa Carlos Paz que ofrecen estos lotes, la mayoría “flojos de papeles”.
Una tierra en disputa, con intentos de urbanización anteriores
Los lotes ofrecidos a la venta se encuentran en una zona de 8 mil hectáreas que fue objeto de disputa entre los municipios de Villa Carlos Paz y Villa Santa Cruz del Lago, junto a la comuna de Estancia Vieja.
Aunque era considerada «zona gris», varios particulares habían impulsado emprendimientos inmobiliarios en desconocimiento del carácter de reserva natural que le reconocen numerosas leyes ambientales.
A comienzos de los años 90, hubo uno denominado El Pato que fue abandonado años después dejando una estructura –una torre– que se convirtió en ícono del lugar. A pocos kilómetros funcionó el parador Bahía Los Mimbres, frecuentado por adinerados de la cercanía.
La disputa terminó en diciembre de 2018 luego que la Legislatura Unicameral aprobara un proyecto impulsado por Villa Carlos Paz, ciudad que terminó triplicando así la extensión de su tejido urbano.
Entre la tierra anexada se destacan 200 hectáreas que reclamaba como la propia comuna de Villa Santa Cruz del Lago. Sobre esa extensión se había proyectado un emprendimiento de torres (11 en una primera etapa, el doble luego) a metros de la costa. Era impulsado por una importante empresa del rubro. Quedó trunco por la presión de la ciudadanía y el reclamo de la ciudad vecina.
