“La salida de la quiebra no era la deseada, pero nos dio algunas señales. Nos dijo que la quiebra será con continuidad ya que hay empresas interesadas. A partir de ahora habrá que estudiar los planes que presentan y ver cuál es el mejor”, resumió el secretario de Asuntos Legales del Sindicato Unidos Petroleros e Hidrocarburíferos (Supeh), Héctor Brizuela. En medio de la incertidumbre de los 400 trabajadores de la refinería de Oil Combustibles de San Lorenzo, la visita del juez Javier Cosentino, que tiene en sus manos el destino de la empresa del Grupo Indalo, llegó con anuncios que no fueron los mejores pero distan de ser los peores. El magistrado confirmó que dictará la quiebra de la empresa, pero con continuidad productiva; que sigue habiendo empresas interesadas en operar la planta, y que el sueldo de mayo de todos los empleados está garantizado para cobrar en tiempo y forma. Y finalmente, que también están respaldados los fondos para indemnizaciones en el caso de que el tercero en cuestión no “contemple la continuidad del 100% de los trabajadores”.
El juez Cosentino llegó durante la mañana a la planta ubicada en ruta 11 y con puerto propio sobre el río Paraná. Sobre el mediodía se reunió con unos 250 trabajadores petroleros y con altos funcionarios de Santa Fe, entre ellos los ministros de Trabajo, Julio Genesini; de la Producción, Alicia Ciciliani, y de Medio Ambiente, César Mackler, quienes hicieron hincapié en la necesidad de que la planta, paralizada desde febrero pasado, retome actividades (ver abajo).
El magistrado, que había habilitado el mecanismo de salvataje contemplado en la ley de Quiebras (crown down) que se frustró cuando la principal interesada, la petrolera holandesa Trafigura, se retiró al considerar demasiado altas las exigencias de la Afip para cobrarse la deuda del Grupo Indalo por el Impuesto a la Transferencia de Combustibles, que alcanza los ocho mil millones de pesos, aunque ayer algunos portales de noticias cercanos al gobierno nacional la mensuraban en 17 mil millones de pesos.
En ese marco, el magistrado informó a los empleados que dictará la quiebra, como reclama la Afip, pero con continuidad, ya que sigue habiendo empresas interesadas. Entre ellas mencionó a YPF, a Trafigura y a una tercera que se mantiene en reserva.
La quiebra se dictará mañana o el lunes, según trascendió. A partir de ahí se abrirá un compás de 20 a 30 días para estudiar los planes de las empresas interesadas y luego se controlará la operatoria durante varios meses más, pero con la empresa en marcha.
Interés por tres
«Por indicación del gobernador Miguel Lifschitz tuvimos una entrevista con Cosentino en la que ratificamos la decisión de ponernos a disposición para lograr que la planta continúe operativa con todos sus trabajadores”, explicó Alicia Ciciliani, que formó parte de la delegación de funcionarios que se hizo presente ayer en la refinería de San Lorenzo. En ese marco, la ministra de la Producción, destacó “la presencia del juez en la planta, su recorrida por las instalaciones, el contacto que mantuvo y la explicación que brindó a los propios trabajadores sobre cómo está la situación».
Ciciliani recordó que desde el gobierno provincial se mantienen intensas gestiones para mantener en pie la planta de San Lorenzo, por lo que podría representar el cierre definitivo, tanto a nivel social como ambiental.
Por su parte el titular de la cartera laboral también valoró la actitud del juez Cosentino: “Que haya venido a recorrer las instalaciones y hablar con los trabajadores, y que nos haya dado la oportunidad de mantener una reunión con él».
«Como gobierno de Santa Fe le transmitimos la preocupación por la continuidad de la explotación de la planta y de las fuentes de trabajo. Además, nos pusimos a disposición para trabajar en conjunto en mecanismos que posibiliten que la situación de Oil se encamine hacia una solución», agregó el ministro de Trabajo
Finalmente, Mackler resaltó el interés y la preocupación del juez por la cuestión ambiental: “Ratificamos lo expresado con anterioridad: el peligro y los pasivos ambientales están controlados pero tiene que haber una dotación importante de trabajadores actuales y especialistas dentro de la planta para poder mantener los sistemas sin que aumente el riesgo”.